¿Reciclar? Sí, pero ¿dónde?

La escasez de contenedores de reciclaje en Castellón lleva a que los ciudadanos tengan que dejar las bolsas de la basura junto a ellos. El resultado es que las calles se llenan de desperdicios y malos olores.

Se nos pide que reciclemos todos los objetos posibles pero, sin embargo, queda claro que no nos lo ponen nada fácil.

En la ciudad de Castellón, los contenedores brillan por su ausencia, ya sean de papel, vidrio o envases. (Y lo que sí es más difícil todavía es encontrar los de pilas). La imagen que adjunto es una prueba de cómo se encuentran en la mayoría de los casos los co...

La escasez de contenedores de reciclaje en Castellón lleva a que los ciudadanos tengan que dejar las bolsas de la basura junto a ellos. El resultado es que las calles se llenan de desperdicios y malos olores.

Se nos pide que reciclemos todos los objetos posibles pero, sin embargo, queda claro que no nos lo ponen nada fácil.

En la ciudad de Castellón, los contenedores brillan por su ausencia, ya sean de papel, vidrio o envases. (Y lo que sí es más difícil todavía es encontrar los de pilas). La imagen que adjunto es una prueba de cómo se encuentran en la mayoría de los casos los contenedores que el municipio pone a disposición de la población.

Lo habitual es que estén llenos a rebosar, de manera que a los usuarios no les queda otro remedio que dejar sus desechos de reciclaje, ya sean plásticos, cartones o botellas, en bolsas de plástico y amontonados fuera de los contenedores.

Lo que resulta de todo ello es una imagen de dejadez penosa, con los restos apilados fuera de su lugar.

Como casi siempre, la población responde y los ciudadanos separan los desperdicios y acuden religiosamente a los contenedores de reciclaje. Pero a pesar del esfuerzo, las Administraciones, que no son capaces de colocar la cantidad de puntos de recogida necesarios, siguen fallando.