La naviera no descarta reflotar el buque tras el vaciado
El portavoz de la naviera Iscomar, propietaria del Don Pedro, el buque hundido el pasado día 11 ante el puerto de Ibiza, no descarta que se intente rescatar el pecio del fondo del mar. El casco del barco se encuentra a 43 metros de profundidad, a una milla (casi dos kilómetros) del puerto de Ibiza. La empresa tiene la responsabilidad de vaciar el combustible y los aceites de la nave que provocaron los vertidos que afectaron a la costa, y de descontaminar completamente la embarcación.
El armador atribuye la última decisión sobre el casco a la empresa holandesa a la que el seguro e...
El portavoz de la naviera Iscomar, propietaria del Don Pedro, el buque hundido el pasado día 11 ante el puerto de Ibiza, no descarta que se intente rescatar el pecio del fondo del mar. El casco del barco se encuentra a 43 metros de profundidad, a una milla (casi dos kilómetros) del puerto de Ibiza. La empresa tiene la responsabilidad de vaciar el combustible y los aceites de la nave que provocaron los vertidos que afectaron a la costa, y de descontaminar completamente la embarcación.
El armador atribuye la última decisión sobre el casco a la empresa holandesa a la que el seguro encomendó las primeras tareas urgentes de vaciado de los tanques y al Ministerio de Fomento. La recuperación del barco no perseguiría una intención económica, sino evitar un futuro impacto negativo del pecio en la zona. Intentar reflotar una nave de 143 metros de eslora y unas 9.000 toneladas de desplazamiento es complejo, debido a las grandes vías de agua abiertas en el casco de metal. La nave tiene unas 120 toneladas de fuel y gasoil y 20 de grasas y aceite. Además, se han de vaciar las sentinas, las baterías, los depósitos de los vehículos que el Don Pedro transportaba y los circuitos eléctricos.
Por otra parte, ayer continuaron las tareas de control de las pequeñas fugas de fuel por la chimenea del pecio y los estudios de los buceadores para empezar el vaciado de los tanques. Desde Salvamento Marítimo se consignó que por la tarde ya no había pérdidas de fuel en el barco, y que tampoco se encontraban manchas dispersas en la superficie. Los equipos de Medio Ambiente repasaron las playas, aún cerradas, de Talamanca y Figueretes, a la espera de que los análisis de agua y arena no presenten objeciones.