PJ Harvey abrasa en un Summercase tomado por el público local

Quiso que el suyo fuera un concierto especial y lo logró. Dado su deseo de actuar en una carpa y no al aire libre, PJ Harvey, una de las estrellas de la primera jornada del Summercase, logró someter a su público a unas condiciones infernales debido al calor y a las apreturas vividas frente a su escenario.

Fue una de las notas dominantes en el arranque del Summercase, convertido ayer en un viaje en el tiempo, un agradable retroceso a la Barcelona preescaparatista. En la primera jornada del festival, el Fórum volvió a vivir aquellos años en los que el inglés era el idioma de los escenario...

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Quiso que el suyo fuera un concierto especial y lo logró. Dado su deseo de actuar en una carpa y no al aire libre, PJ Harvey, una de las estrellas de la primera jornada del Summercase, logró someter a su público a unas condiciones infernales debido al calor y a las apreturas vividas frente a su escenario.

Fue una de las notas dominantes en el arranque del Summercase, convertido ayer en un viaje en el tiempo, un agradable retroceso a la Barcelona preescaparatista. En la primera jornada del festival, el Fórum volvió a vivir aquellos años en los que el inglés era el idioma de los escenarios y poco más. Debido probablemente a su escaso recorrido -este año llega a su segunda cita- el Summercase vio infladas sus ventas con el público local que, desde primeras horas de la tarde, fue tomando las medidas al recinto del Fórum. Éste, con el espacio más limitado que el Primavera Sound que también se asienta en el mismo complejo, acogió cuatro escenarios, dos de ellos bajo sendas carpas, que entraron en funcionamiento aún en plena luz del día.

El primer grupo en recibir calor antes de la marcha del sol fueron Editors, una suerte de navaja multiusos con filos Joy Division, Cure y U2, entre otros muchos. Una prueba manifiesta de regurgitación de músicas antañas. Solapándose con Editors, el Sr. Chinarro mostraba su pop mesetario, adusto, seco, inexpresivo y doliente bajo una carpa donde se dio cita el público local.

Un poco más tarde, en el escenario Terminal E (todos tienen como nombre referencias aeroportuarias recordando el puente aéreo que une Barcelona y Madrid, sedes de este festival simultáneo cuyos grupos van alternándose, lo que permite compartir cartel), Lily Allen mostraba sus poderes, exiguos por cierto. Su mezcla de pop y reggae graciosete servido con inocente vestido blanco y sección de metal concentró a numeroso público. Fue la primera actuación naïf del festival. Eran las primeras horas de una jornada que esperaba como platos fuertes, además de la ya citada PJ Harvey, a Arcade Fire, Scissors Sister y Flaming Lips.

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