Greenpeace denuncia que menos del 1% del Mediterráneo está protegido

La organización ecologista pone en marcha una campaña de sensibilización

El Mediterráneo es un mar en peligro, pero todavía estamos a tiempo de evitar el desastre. Con este mensaje, la organización ecologista Greenpeace inició ayer en Valencia una campaña que, bajo el lema Recuperemos el Mediterráneo, pretende denunciar los peligros que se ciernen sobre un mar semicerrado muy sensible a fenómenos como la contaminación, el cambio climático, la sobreexplotación pesquera y la ocupación masiva y desordenada del litoral. A bordo del Rainbow Warrior, buque insignia de Greenpeace, los activistas de la organización ecologista denunciarán esta situación durant...

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El Mediterráneo es un mar en peligro, pero todavía estamos a tiempo de evitar el desastre. Con este mensaje, la organización ecologista Greenpeace inició ayer en Valencia una campaña que, bajo el lema Recuperemos el Mediterráneo, pretende denunciar los peligros que se ciernen sobre un mar semicerrado muy sensible a fenómenos como la contaminación, el cambio climático, la sobreexplotación pesquera y la ocupación masiva y desordenada del litoral. A bordo del Rainbow Warrior, buque insignia de Greenpeace, los activistas de la organización ecologista denunciarán esta situación durante las próximas semanas: sólo el 1% del Mediterráneo goza de algún tipo de protección.

El Rainbow Warrior atracó el domingo en Sagunto después de intentar, sin éxito, recalar en el puerto de Valencia, donde los responsables de la empresa organizadora de la Copa del América se lo impidieron, según denunció ayer el director ejecutivo de Greenpeace España, Juan López de Uralde. El buque insignia de la organización ecologista lleva más de un año recorriendo el Mediterráneo para alertar sobre los peligros que se ciernen sobre él. Antes de llegar a Sagunto el barco ha visitado las aguas de Libia, donde ha sido testigo del "saqueo de la pesquería del atún rojo" y donde ha logrado documentar cómo la flota pesquera de Italia y Francia "pescaba ilegalmente" miles de toneladas de esta especie en peligro de extinción que, de hecho, ya ha desaparecido prácticamente de las aguas españolas debido a la sobreexplotación.

"No podemos seguir maltratando el Mediterráneo a base de la destrucción de sus ecosistemas, la sobrepesca de sus especies y de la sistemática ocupación del litoral por el hormigón y el cemento", dijo el directivo de Greenpeace, quien consideró que "no hay tiempo que perder" y que ya "es hora de que los responsables políticos pongan en marcha políticas para su protección".

Durante las próximas semanas, el Rainbow Warrior surcará las aguas del Mediterráneo español para denunciar y sensibilizar sobre su situación, "alertar sobre la inminente necesidad de recuperar un mar amenazado de muerte" y exigir "medidas urgentes". Sólo el 1% del Mediterráneo cuenta con algún tipo de protección, según Greenpeace, que propone que los gobiernos ribereños apuesten por políticas conservacionistas hasta lograr una red de reservas marinas que abarque al 40%. Y aporta una razón para hacerlo: tras la creación de una reserva marina, en muy pocos años la biomasa de la zona protegida se multiplica por 10. Y buen un ejemplo de ello es lo sucedido en las islas Columbretes, donde se ha recuperado una biodiversidad que prácticamente había desaparecido tras varias décadas de saqueo y de utilización del archipiélago como blanco de tiro para los aviones de guerra americanos y españoles. Greenpeace propone crear reservas marinas en el Mar de Alborán, en los montes submarinos frente a Alicante, en el Mar Balear y en el golfo de León.

Mario Rodríguez, director de la campaña de Greenpeace en España, detalló los males que amenazan al Mediterráneo español, entre los que destacó el urbanismo, y se refirió en especial al litoral valenciano, donde Greenpeace denuncia la existencia de 43 puntos negros que incluyen cuestiones como vertidos de aguas sin depurar, viviendas ilegales y construcciones en dominio público marítimo-terrestre, aparición masiva de campos de golf y de nuevos puertos deportivos y proliferación de plantas desalinizadoras de agua de mar. También denunció el proyecto de autorizar prospecciones en el golfo de Valencia para buscar petróleo y gas.

DENUNCIAS Y PROPUESTAS

Prospecciones. Autorizar perforaciones en busca de petróleo y gas en aguas del golfo de Valencia representa un peligro para el parque natural de l'Albufera.

Puntos negros. Denuncia 43 puntos negros en el litoral valenciano, por construcciones, vertidos, campos de golf, puertos deportivos y desalinizadoras.

Zonas protegidas. Propone crear una red de reservas marinas que salvaguarde y revalorice la costa, la productividad del mar y la vida y ecosistemas marinos.

Turismo. Estudiar la situación del sector con criterios de sostenibilidad y establecer políticas que aseguren la supervivencia, tras analizar el estado del litoral.

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