La Bolsa española se sitúa a la cola de los mercados mundiales en 2007
El Ibex subió el 5,3% hasta junio, lastrado por el sector inmobiliario
La incertidumbre vuelve a la Bolsa, si es que alguna vez se fue. El mercado de valores español cerró un primer semestre gris, alejado del brillo del año pasado. El Ibex subió un 5,3% hasta junio, en el furgón de cola de las grandes Bolsas mundiales. Las grandes operaciones corporativas -con el sector eléctrico como protagonista- apenas pudieron con el lastre que supuso el sector inmobiliario. Las expectativas no son mucho más halagüeñas, con un horizonte económico marcado por las potenciales subidas de los tipos de interés y la mayor volatilidad de los mercados.
La inmobiliaria valenciana Astroc llegó a superar los 72 euros por acción a finales de febrero; ayer cerró el semestre ligeramente por debajo de los 10 euros por título. El grupo que preside Enrique Bañuelos es el caso extremo de un fenómeno que ha vuelto a la Bolsa española después de varios años de tranquilidad. "Hay un repunte de la volatilidad en el mercado español que pone de manifiesto el nerviosismo de los inversores", sostiene David Cano, socio de Analistas Financieros Internacionales.
Con todo, la Bolsa española se apuntó una subida del 5,27% en el semestre -en la línea con las previsiones de los expertos-, tras firmar un 2006 vibrante, con una revalorización superior al 30%.
El año pasado, el Ibex encabezó las subidas mundiales junto a otros parqués situados en países emergentes. Ese potencial empieza a agotarse: el incremento del primer semestre está en el furgón de cola en Europa -sólo por encima de la Bolsa italiana- y en todo el mundo. Por detrás de las grandes bolsas encabezadas por el Dax alemán (21,3%), y ya muy lejos de los mercados emergentes, donde brillan con fuerza bolsas como la China. Shanghai acumuló un alza del 42,8% hasta junio, pese a los episodios de fuertes caídas provocados por las autoridades del gigante asiático, con una subida de los impuestos sobre las transacciones bursátiles para enfriar el mercado.
Las operaciones corporativas volvieron a ser las grandes protagonistas del semestre en España. El Ibex llegó a alcanzar su máximo histórico el pasado 1 de junio, por encima de los 15.500 puntos. Sin tiempo para recuperarse de la resaca de la puja por Endesa, Iberdrola ha dado continuidad al protagonismo del sector eléctrico con la compra de Energy East, en Estados Unidos. Pero la lista de empresas envueltas en futuras operaciones o que son diana de fuertes rumores es interminable, desde Iberia y Altadis a Gas Natural.
En cambio, los grandes valores de la Bolsa española apenas se han movido en el primer trimestre. "Telefónica, Santander y BBVA siguen presentando fuertes aumentos de beneficios y tienen un potencial de subida importante para tirar de la Bolsa, pero el mercado no está apostando por estos valores", afirma Cano.
La otra cara de la moneda es para las inmobiliarias, que han vivido un semestre negro, coincidiendo con la desaceleración de la construcción. Metrovacesa, Sacyr, Colonial y FCC acumulan las mayores caídas del semestre, junto a Acerinox (véase gráfico).
"La volatilidad se mantendrá en la segunda mitad del año", avisa Natalia Aguirre, de Renta 4. La Bolsa se enfrenta a distintas brumas: subidas de tipos en Europa y EE UU, encarecimiento del petróleo -por encima ya de los 70 dólares por barril- y desaceleración de los beneficios empresariales. A pesar de la volatilidad y de los riesgos potenciales, los expertos mantienen una previsión de revalorización del 10% para final de año. "Una cifra que sigue batiendo a la renta fija", concluye Cano.
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