El retiro monacal de tres escultores

Pestana, De la Vega y Neves se enclaustran para trabajar en el monasterio de Xagoaza

Aunque a simple vista alguno pueda pensar que los creadores televisivos han dado un paso más allá y se han inventado un Gran Hermano con un grupo de artistas como conejillos de indias, la intención de los organizadores del amplio programa de actividades culturales con el que este verano cuenta el monasterio de Xagoaza -ubicado en las proximidades de O Barco de Valdeorras- es muy distinta. El objetivo es dinamizar una comarca en la que las iniciativas de este tipo son escasas y poner en valor el patrimonio cultural existente.

El evento estrella de esta programación es un simposio ...

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Aunque a simple vista alguno pueda pensar que los creadores televisivos han dado un paso más allá y se han inventado un Gran Hermano con un grupo de artistas como conejillos de indias, la intención de los organizadores del amplio programa de actividades culturales con el que este verano cuenta el monasterio de Xagoaza -ubicado en las proximidades de O Barco de Valdeorras- es muy distinta. El objetivo es dinamizar una comarca en la que las iniciativas de este tipo son escasas y poner en valor el patrimonio cultural existente.

El evento estrella de esta programación es un simposio sobre escultura, centrado en el trabajo al aire libre de tres artistas durante veinte días, que realizarán piezas inspiradas en el entorno natural donde están desarrollando su actividad. Los escultores lucenses Álvaro de la Vega y Paco Pestana y el portugués Paulo Neves son los tres artistas que se han apuntado a esta iniciativa. Los tres tienen en común la influencia de la naturaleza en su obra aunque sus señas de identidad estéticas son muy diferentes.

Pestana explica que el entorno del monasterio reúne unas condiciones "extraordinarias" y para un artista resulta imposible no encontrar la inspiración en un lugar así. Para él, al igual que para los otros dos escultores participantes, no supone una novedad trabajar al aire libre. El artista lucense ha traído desde su tierra unos troncos de castaño para poder esculpir con una materia prima adecuada. Los primeros resultados ya son visibles y dentro de dos semanas podrán contemplarse las obras que realicen los tres artistas, que se hospedan en un antiguo palacio del siglo XVII transformado en alojamiento y que se encuentra en las cercanías del monasterio.

El escultor destaca la tranquilidad que supone poder trabajar en un entorno alejado de los ruidos de la ciudad y que ni siquiera se ve interrumpido por la presencia de turistas. "Aquí los únicos contactos que tenemos son con campesinos de la zona que se acercan por curiosidad para ver cómo trabajamos, pero eso no supone ninguna molestia, al contrario", explica el artista.

Las obras realizadas durante el simposio quedarán permanentemente instaladas en el monasterio donde ahora ya puede verse una exposición con piezas de los tres artistas, que durante estos días recibirán la visita de grupos de escolares a los que mostrarán sus técnicas de trabajo.

La directora del Museo de Arte Contemporáneo Unión Fenosa, Carmen Rivera, que organiza el simposio apunta que con este tipo de actividades también se trata de resaltar la importancia que tiene la cultura asociada al vino en la comarca de Valdeorras. El propio monasterio permaneció en ruinas hasta que fue restaurado a finales de los años 80 para convertirse en sede de una bodega. San Miguel de Xagoaza fue un importante centro cultural, religioso y administrativo del valle de Valdeorras durante el Medioevo. El monasterio sirvió de lugar de descanso para los reyes que visitaban el norte peninsular. Unos cuantos siglos más tarde vuelve a convertirse en un centro de producción cultural.

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