El PSC rechaza que la Generalitat sea moneda de cambio con CiU

Artur Mas condiciona su apoyo a Zapatero a gobernar en Cataluña

Los socialistas catalanes ya se temen lo peor ante los movimientos de Convergència i Unió para pactar con el PSOE tras las elecciones generales. El PSC reaccionó ayer con rapidez y contundencia ante la posibilidad de que un eventual acuerdo incluya, como quiere el líder de CiU, Artur Mas, la ruptura del tripartito de izquierdas para devolver la Generalitat a manos nacionalistas: "El señor Mas continúa esperando que algún día se le pueda hacer presidente de la Generalitat desde Madrid, pero lo cierto es que somos los catalanes quienes elegimos a nuestro presidente", afirmó el secretario de Orga...

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Los socialistas catalanes ya se temen lo peor ante los movimientos de Convergència i Unió para pactar con el PSOE tras las elecciones generales. El PSC reaccionó ayer con rapidez y contundencia ante la posibilidad de que un eventual acuerdo incluya, como quiere el líder de CiU, Artur Mas, la ruptura del tripartito de izquierdas para devolver la Generalitat a manos nacionalistas: "El señor Mas continúa esperando que algún día se le pueda hacer presidente de la Generalitat desde Madrid, pero lo cierto es que somos los catalanes quienes elegimos a nuestro presidente", afirmó el secretario de Organización del PSC, José Zaragoza.

La preocupación de los socialistas catalanes, que gobiernan la Generalitat junto a Esquerra Republicana e Iniciativa, no es baladí. Convergència i Unió está inmersa en una intensa tormenta por las disputas entre Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida para fijar la estrategia con vistas a las elecciones generales. Y, si bien Duran no es partidario de exigir la ruptura del tripartito catalán para forjar un pacto en Madrid, Artur Mas sí está defendiendo esta opción. Y cada día lo hace con mayor nitidez.

El líder de CiU lanzó esta semana un velado mensaje al PSOE por haber permitido que su partido federado, el PSC, construyera una mayoría parlamentaria en Cataluña al margen de la federación nacionalista, ganadora de las elecciones autonómicas en votos y escaños. "No se nos puede tratar con caricias en Madrid y a patadas en Cataluña", afirmó Mas. Ayer, uno de sus más estrechos colaboradores, Felip Puig, habló más claro y consideró "de lógica" un cambio de Gobierno en la Generalitat si finalmente se consuma un pacto PSOE-CiU en Madrid.

Las alarmas saltaron inmediatamente en la sede del PSC. Los socialistas de José Montilla recuerdan bien la blanda oposición que se vieron obligados a realizar en el Parlamento catalán durante los más de tres años de pacto entre Felipe González y Jordi Pujol. Nadie en el PSC se plantea, ni por asomo, volver a aquella situación. Por eso han optado por una actitud ofensiva.

Duran, Mas y la piel del oso

"En Cataluña mandan los catalanes; no hay nadie que nos diga qué tenemos que hacer", aseguró ayer Zaragoza para reafirmar la autonomía del PSC ante el PSOE. Inmediatamente después intentó restar gravedad a la situación. Recordó que sólo se está hablando de futuribles -"están vendiendo la piel del oso antes de cazarlo"- y que el actual Gobierno catalán está sustentado por una "mayoría sólida". "La única crisis que hay es la de CiU", remachó.

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También cerraron filas en torno a la actual mayoría gubernamental Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya. El presidente de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, lamentó el "provincianismo sucursalista" de Artur Mas, a quien recordó su fracaso cuando intentó que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, intercediera para evitar la reedición del tripartito catalán. Jordi Guillot, de ICV, relativizó la amenaza convergente. "Todo son fantasías y especulaciones de CiU, especialmente del señor Duran", de quien recordó sus supuestas ansias para convertirse en ministro ya sea en un gobierno socialista o del Partido Popular.

La reedición de un pacto entre CiU y PP, que Duran no descarta si hay un cambio de actitud de Mariano Rajoy en lo referente a la política catalana, levanta cada día más voces críticas en CiU. El número dos de Artur Mas en Convergència Democràtica, Felip Puig, fue ayer contundente en otro intento de frenar a Duran: "Por su actitud hacia Cataluña, hacia el Estatuto y hacia nuestras ambiciones nacionales, no se puede pactar con el PP".

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