Cáritas denuncia el déficit de recursos destinados a la red de asistencia social

La organización gastó el 47% de la atención primaria para gente que no tiene qué comer

"El desarrollo de los servicios sociales comenzó tarde y las rebajas empezaron pronto". Vicent Andrés, coordinador de acción social de Cáritas en Valencia, censuró ayer el déficit existente en la red básica de atención social "que nunca se llegó a desplegar suficientemente" para cubrir las necesidades. En la memoria presentada ayer por la organización humanitaria respecto a la actividad de 2006, sus responsables destacaron que el 47% de los recursos dirigidos a atención primaria se destinan a alimentos. "A mucha gente le falta lo mínimo", recordaron.

Cáritas comentó ayer que su labor no...

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"El desarrollo de los servicios sociales comenzó tarde y las rebajas empezaron pronto". Vicent Andrés, coordinador de acción social de Cáritas en Valencia, censuró ayer el déficit existente en la red básica de atención social "que nunca se llegó a desplegar suficientemente" para cubrir las necesidades. En la memoria presentada ayer por la organización humanitaria respecto a la actividad de 2006, sus responsables destacaron que el 47% de los recursos dirigidos a atención primaria se destinan a alimentos. "A mucha gente le falta lo mínimo", recordaron.

"No todo el mundo disfruta de lo mínimo para poder llevar una vida digna"
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Cáritas comentó ayer que su labor no consiste en trabajar como una red paralela a la Administración de servicios sociales. "Nos coordinamos con ellos y suplimos las deficiencias que existen en la atención pública", apuntó María Luisa Haro, directora de acción social, unos vacíos asistenciales "que deberían reforzarse".

Una de las oportunidades para conseguir que los equipos de base municipales pesen más en la red de asistencia social está en la Ley de la Dependencia, que está dando sus primeros pasos. "Espero que la ley sirva para potenciar la atención social más básica ya que es la más próxima a las personas", apuntó Vicent Andrés. "Impulsar los servicios de base es una cuestión fundamental, deberían dedicarse a este aspecto recursos complementarios, incluso frente a los que se dedican a atención especializada", apuntó el coordinador de atención social.

En el balance que la organización de la actividad desarrollada a lo largo del año pasado destaca el volumen que ocupa la atención primaria, aquella que se destina a resolver los problemas más inmediatos -alimentación, salud, vivienda-. De los 1,8 millones invertidos en la diócesis de Valencia -que comprende comarcas de Valencia y Alicante-, el 41% se destina a estas actividades. Pero incluso aún es más llamativo que de todos estos fondos, uno de cada dos euros vaya a cubrir necesidades de alimentación de personas que no tienen lo suficiente para comprar comida. "En buena parte corresponde a preparados infantiles que no están cubiertos por la Seguridad Social", como puntualizó María Luisa Haro.

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Además, un 20% de estos fondos se dirigió a vivienda -fundamentalmente al pago de alquileres- y un cinco a gasto farmacéutico. Todo esto demuestra, en opinión de Vicent Andrés, que "no todo el mundo disfruta de un mínimo para llevar una vida digna".

La memoria de Cáritas se elabora con la información remitida por las 403 parroquias que la integran, aunque no todas ellas envían los datos. De ahí que desde la propia entidad adviertan que algunas cifras, como las correspondientes a la de los usuarios, son inferiores a las reales. Según la información recabada, a lo largo de 2006 se atendió a 34.561 usuarios, una cantidad muy similar a los 34.963 de 2005 y superior a los 30.842 de 2004. "Vivimos en una burbuja de bienestar. Toda esta gente vive fuera y a ellos son a quienes atendemos", comentó María Luisa Haro. En parecidos términos se pronunció la directora de Cáritas, Concha Guillén, quien comentó que Valencia es "preciosa" pero junto a esa ciudad hay "un cuarto mundo con barrios de injusticia, dolor, marginación y soledad".

Haro recordó que la campaña especial, en la que se centró la actividad de Cáritas durante 2006, giró en torno al derecho a una educación digna, "la mejor inversión de Cáritas porque ellos son el futuro". Se atendió a 587 menores en los 20 proyectos de infancia que desarrolló el organismo. De ellos, el 60% eran extranjeros, el 47% vivían en familias con inestabilidad laboral y en "una gran mayoría" eran chicas con responsabilidades "no asumibles a su edad".

La organización tuvo la colaboración en 2006 de 2.801 voluntarios, "la gran riqueza de Cáritas" resaltó, la directora de acción social, una cifra que superó a los cerca de 2.200 voluntarios que trabajaron durante 2005. La directora de Acción Social de Cáritas agradeció "su compromiso solidario y gratuito" pues "sin su apoyo no se podrían realizar las tareas" que se ejecutan.

La entidad católica dio cuenta también del origen de sus fondos. El grueso (38%) proviene de aportaciones de particulares (donativos, colaboradores). El 31% se obtiene de subvenciones de las distintas administraciones, el 5% del día de la caridad y el resto de diversas vías.

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