El nuevo Grup 62 crea la mayor colección de libro de bolsillo de la edición contemporánea en catalán

Labutxaca tendrá 70 títulos al año y más presencia en grandes superficies y quioscos

La edición en catalán cuenta desde ayer con la primera gran colección de bolsillo contemporánea, sino de toda su historia: Labutxaca. Como mínimo, a tenor del fondo del que se alimentará (más de 7.500 títulos), la tirada (6.000 unidades) y los 450 puntos de venda en Cataluña, que serán 600 a fin de año tras ampliarse con las librerías-quioscos de la costa, grandes superficies comerciales (refractarias al libro en catalán por sus módicas ventas) y los aeropuertos. Es la primera iniciativa del nuevo Grup 62, que estrena la operación con 20 obras y 120.000 ejemplares.

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La edición en catalán cuenta desde ayer con la primera gran colección de bolsillo contemporánea, sino de toda su historia: Labutxaca. Como mínimo, a tenor del fondo del que se alimentará (más de 7.500 títulos), la tirada (6.000 unidades) y los 450 puntos de venda en Cataluña, que serán 600 a fin de año tras ampliarse con las librerías-quioscos de la costa, grandes superficies comerciales (refractarias al libro en catalán por sus módicas ventas) y los aeropuertos. Es la primera iniciativa del nuevo Grup 62, que estrena la operación con 20 obras y 120.000 ejemplares.

La potencia del nuevo Grup 62 surgido tras el acuerdo entre Planeta, Enciclopèdia Catalana y Edicions 62 (16 sellos, cinco en castellano) permite, amén de gozar de un gran fondo, una estrategia comercial hasta ahora reservada a la edición castellana: una campaña publicitaria de 120.000 euros que, amén de página web (www.labutxaca.cat), incluye el regalo de un Ipod por la compra de ocho títulos de la colección.

"El mercado catalán ya está maduro para algo así; además ha respondido siempre cuando ha habido proyectos comerciales bien hechos, como el del best-seller y el del ensayo no tradicional", argumenta Félix Riera, director editorial de Grup 62. "Con esta serie, además, se ganarán lectores en catalán, como ha pasado con todas las colecciones de bolsillo del mundo", vaticina, pensando en que de cada cinco libros que se venden en Cataluña sólo uno es en catalán. "Es una respuesta actualizada del discurso histórico de Edicions 62: nuestro bolsillo no es un proyecto táctico sino estructural; es como si un grupo privado fuera a hacer TV-3 si no existiera; éste, como aquél, también es un gran proyecto para Cataluña", enfatiza para ahuyentar las acusaciones de mercantilismo en la nueva orientación del histórico grupo.

Dos años de plazo para asentarlo, una media de 70 nuevos títulos al año (con dos macrolanzamientos en enero y junio, con 20 títulos cada vez), precios entre los 6,50 y 11,95 euros y fuerte presencia en grandes superficies ("nos aceptan porque quieren libros que vendan y este catálogo está hecho para eso") conforman las coordenadas de Labutxaca que, bajo la dirección literaria de Eugènia Broggi y Jordi Cornudella, arranca con títulos tan espectaculares y distintos como El quadern gris, de Josep Pla; Una dona difícil, de John Irving; Història de Catalunya, de Toni Soler, Tòquio blues, de Haruki Murakami; Cavalls cap a la fosca, de Baltasar Porcel, i Pa negre, d'Emili Teixidor, entre otros. De los 20 primeros, ocho son de autores catalanes, proporción que "no se mantendrá: la única cuota será la de que sean buenos y vendan", dice Riera. Para el futuro se preven series (negra, histórica) y hasta la edición de inéditos.

"Este proyecto nos definirá como grupo", apunta Riera, que defiende la existencia de un conglomerado en la edición catalana. "Ni hemos eliminado sellos ni tampoco a la competencia, la hemos estimulado", asegura. Tampoco cree que desestabilice el mercado: "No hemos entrado en una guerra de precios; es más, nos hemos impuesto que cuando un editor pasa una primera oferta a un autor, se hace pública al resto de editores de la casa para que no intervengan hasta acabar las negociaciones".

Pequeño gran mercado

Con 5.378 títulos en 2005, (el 7,7% de los editados en España), 43.353.000 ejemplares (el 13,5% del total) y 155 millones de euros de facturación (el 13% más que en 2004), el libro de bolsillo no es desde hace unos años mal negocio para el editor español, que vende dos de cada tres ejemplares en ese formato.

Por razones diversas (estructuras empresariales débiles, mercado corto), el bolsillo en catalán nunca ha ido muy bien. Edicions 62, con El Cangur, tuvo quizá la excepción: arrancó la colección en 1974 para cerrarla en 2001 tras 291 números.

Las coordenadas socioculturales (mayor potencial lector en catalán, nuevos hábitos de lectura y compra) parecen ahora distintas. Por ello, Riera admitió mantener ya contactos con La Campana y Ara Llibres para que refuercen su proyecto.

Por su parte, el grupo RBA contraatacará en septiembre recuperando el bolsillo de su sello La Magrana. Lo hará con ocho títulos (entre otros, El festí de l'amor, de Charles Baxter; Camí de sirga, de Jesús Moncada, y L'any del pensament màgic, de Joan Didion, éste tras su acuerdo con la editorial Global Rythm), para estabilizarse en 15 al año, en el marco de la potenciación del bolsillo de RBA en 2008, cuando entre catalán y castellano lance 160 títulos, cuatro veces más que en 2006.

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