Investigación por un vídeo policial

La difusión de dos vídeos que reflejan las agresiones de mossos a detenidos en la comisaría central de Barcelona, la de Les Corts, fue el detonante del malestar en el seno de la policía autonómica catalana. Cuatro policías -un cabo y tres agentes, dos de ellos en prácticas- fueron suspendidos de empleo y sueldo por el Departamento de Interior por apalear a Rubén Pérez en la sala de cacheos. Los agentes están imputados por un presunto delito de torturas.

También está apartada del servicio una agente femenina que propinó una bofetada a una ciudadana rusa en la misma sala de cacheos...

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La difusión de dos vídeos que reflejan las agresiones de mossos a detenidos en la comisaría central de Barcelona, la de Les Corts, fue el detonante del malestar en el seno de la policía autonómica catalana. Cuatro policías -un cabo y tres agentes, dos de ellos en prácticas- fueron suspendidos de empleo y sueldo por el Departamento de Interior por apalear a Rubén Pérez en la sala de cacheos. Los agentes están imputados por un presunto delito de torturas.

También está apartada del servicio una agente femenina que propinó una bofetada a una ciudadana rusa en la misma sala de cacheos. Igual que en el caso de Rubén, las imágenes fueron grabadas con cámara oculta, instalada por Asuntos Internos a instancias de Interior,que había observado un notable incremento de denuncias de detenidos en Les Corts.

La joven, Elena P., de 23 años, denunció además que otros policías le propinaron después una paliza que le provocó 38 hematomas por todo el cuerpo. Los moratones se aprecian en un vídeo doméstico que fue grabado por su pareja en un domicilio particular.

La guerra de vídeos no acabó ahí. El martes, los Mossos d'Esquadra entregaron al titular del Juzgado de Instrucción número 29 de Barcelona unas imágenes que grabó un agente con su móvil durante el traslado de Elena P. en un coche patrulla a la comisaría.

En el vídeo, de muy escasa calidad y que apenas dura 22 segundos, se observa cómo la joven, en gran estado de excitacion, grita y profiere insultos contra los policías: "Iros a la mierda", "puta... mierda". El agente intenta calmarla y le pide que "deje de golpearse", o sea de intentar autolesionarse.

El Departamento de Asuntos Internos de los Mossos ha abierto un expediente de información reservado para determinar las circunstancias de esta filmación. La investigación deberá determinar si el comportamiento del agente al filmar a una detenida fue correcto.

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