Pro Derechos Humanos pide que no se criminalice a la cultura mauritana
La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía ha pedido prudencia con el caso que se juzga en Puerto Real. El colectivo muestra su absoluto rechazo ante cualquier tipo de violencia física o sexual, y exige una actuación contundente de los juzgados.
Sin embargo, Pro Derechos Humanos aclara que estos delitos no son achacables a la tradición cultural de Mauritania. Según explicó el presidente de la organización, Rafael Lara, en este país "se protege a los menores y no se obliga a nadie a casarse". Eso sí, reconoce que existe una tradición de matrimonios con menores, "como ocurría en Espa...
La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía ha pedido prudencia con el caso que se juzga en Puerto Real. El colectivo muestra su absoluto rechazo ante cualquier tipo de violencia física o sexual, y exige una actuación contundente de los juzgados.
Sin embargo, Pro Derechos Humanos aclara que estos delitos no son achacables a la tradición cultural de Mauritania. Según explicó el presidente de la organización, Rafael Lara, en este país "se protege a los menores y no se obliga a nadie a casarse". Eso sí, reconoce que existe una tradición de matrimonios con menores, "como ocurría en España hace sólo unos años".
El colectivo critica además que tanto la Subdelegación del Gobierno en Cádiz como los medios de comunicación hayan hablado de compra de la menor cuando, por el momento, "nadie tiene datos suficientes para afirmarlo".
La Asociación Pro Derechos Humanos apunta que el dinero que se entregó a la familia tras el matrimonio puede formar parte de la dote de la boda, una tradición que se mantiene en Mauritania. "Se trata de un asunto complicado porque atañe a menores y a culturas diferentes", manifestó el presidente de la asociación, quien ha reprochado la "falta de reflexión" del comunicado emitido por la Subdelegación del Gobierno.
Rafael Lara ha pedido además más discreción sobre un asunto en el que está implicada una menor, cuya intimidad, en opinión del portavoz del colectivo, no se ha respetado lo suficiente.