Reportaje:El poder foral | Elecciones 27M

Buen rentabiliza el efecto de la corrupción

El PNV sucumbe en Guipúzcoa y no revalida la mayoría absoluta en Vizcaya - El PP sólo aguanta en Álava, con problemas forales - EB-Aralar aumenta su representación y ANV logra cinco junteros

El PSE-EE fue la indiscutible triunfadora en las Juntas Generales de los tres territorios. Sorpresivamente, logró ser la primera fuerza en Guipúzcoa, quedarse a un puñado de votos del PP en Álava, y sumar tres escaños en Vizcaya respecto a 2003. El PNV mantiene su hegemonía en este último territorio, aunque pierde la mayoría absoluta. Con este nuevo mapa electoral, los socialistas se erigen en el eje sobre el que podrían pivotar ahora practicamente todas las estrategias para conformar los gobiernos forales.

El PNV sufre un fuerte retroceso en Guipúzcoa, donde deja de ser la primera fuer...

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El PSE-EE fue la indiscutible triunfadora en las Juntas Generales de los tres territorios. Sorpresivamente, logró ser la primera fuerza en Guipúzcoa, quedarse a un puñado de votos del PP en Álava, y sumar tres escaños en Vizcaya respecto a 2003. El PNV mantiene su hegemonía en este último territorio, aunque pierde la mayoría absoluta. Con este nuevo mapa electoral, los socialistas se erigen en el eje sobre el que podrían pivotar ahora practicamente todas las estrategias para conformar los gobiernos forales.

El PNV sufre un fuerte retroceso en Guipúzcoa, donde deja de ser la primera fuerza y recibe un severo castigo por los casos de corrupción que han monopolizado la campaña. En Álava pasan del primer al tercer puesto en número de votos. Más matizado es el retroceso en Vizcaya.

Las elecciones también depararon un descenso apreciable de la participación. La abstención se acercó al 40% en Vizcaya y Guipúzcoa y fue algo menor (el 36,8%) en Álava.

- Empate técnico PSE-PNV-PP en Álava. La previsible pugna entre populares y peneuvistas se saldó con una victoria del PP. En realidad es un triple empate. Los populares ganaron por 165 papeletas al PSE, aunque en el reparto de junteros, el PP alcanzó la mayor representación (15 apoderados, uno más que PSE-EE y PNV). Los tres partidos se quedaron en una horquilla entre 39.000 y 39.700 votos en una reñida disputa por ser la fuerza más votada. Este honor le quedó al socialista Txarli Prieto.

Con estos resultados tan apretados se abren muchas incógnitas para la conformación del gobierno foral. Sólo acuerdos entre dos de estos tres partidos garantizan la mayoría absoluta, aunque el PP es el que tiene menos posibilidades de retener el cargo de diputado general por sus malas relaciones con los nacionalistas y el PSE-EE.

ANV tendrá cuatro asientos en las Juntas alavesas tras lograr alrededor de 12.500 votos (al 94,2% del escrutinio), una cantidad ligeramente superior a los votos nulos que se depositaron hace cuatro años. EA queda como una fuerza sin relevancia en esta Cámara, al igual que la coalición EB-Aralar, que cede un juntero.

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- Batacazo de Olano en Guipúzcoa. El electorado ha dicho claramente no a la corrupción. El PNV se da un soberbio costalazo. Se queda con tan solo 16 escaños en las Juntas, muy lejos de los 27 con que ha gobernado los últimos cuatro años en coalición con EA. Los siete junteros que logra este partido, que mantiene el tipo en Guipúzcoa), son insuficientes para mantener entre ambos la mayoría absoluta. Los votantes, sin lugar a ninguna duda, no han pasado por alto los escándalos en los que se ha visto implicado directamente el PNV, primero con la renuncia de Jon Jauregi tras destaparse que ocultó a la Hacienda parte de su elevado patrimonio inmobiliario, y en plena campaña con el gravísimo caso de corrupción en la oficina tributaria de Irún, que se llevó por delante al ex senador peneuvista Víctor Bravo.

Estos dos hechos han tenido una incidencia directa en el comportamiento de los votantes. Ello, unido al escaso tirón del candidato peneuvista Markel Olano, colocan al partido dirigido en esta provincia por Joseba Egibar en una situación complicada. En la misma proporción que el PNV acusan un fuerte descenso, los socialistas y la coalición EB-Aralar experimentan un notable repunte, mientras que EA aguanta el desgaste de ir en solitario. En ese trasvase de votos, el PSE-EE (76.200 sufragios) se encarama a la primera posición. Suma cinco nuevos representantes y se coloca como la primera fuerza. Al partido dirigido por Miguel Buen le corresponderá abrir un proceso de contactos para tratar de ser diputado general, aunque EB-Aralar tendrá en sus manos la llave para decidir quién sucederá al peneuvista Joxe Joan González de Txabarri.

Al PNV (71.300 votos), aunque puede retener este cargo gracias a las alianzas poselectorales, se le han ido al traste sus previsiones. Los nacionalistas se han decantado en campaña por ir de la mano con EA y entregar alguna cartera de la Diputación a EB-Aralar -lo ideal es repetir el tripartito del Ejecutivo vasco, dijo el lehendakari Ibarretxe en campaña-, pero existen posturas irreconciliables entre el PNV y la coalición de izquierdas en proyectos clave como la incineradora y el puerto exterior de Pasaia.

También cede posiciones el PP. Lejos de los 55.000 votos que cosechó en 1999, el PP (34.600 papeletas), pierde dos junteros y pasa a ser la quinta y última fuerza política en esta provincia.

En esta provincia, los votos nulos, muchos asociados a la izquierda abertzale, sumaron alrededor de 72.600 papeletas, más que el PNV.

- Sin mayoría absoluta en Vizcaya. El PNV confirma su supremacía. Logra 23 apoderados, pero no logra acercarse a los 27 representantes que sumaba con EA. El candidato peneuvista José Luis Bilbao, además, tendrá que pactar con otra fuerza diferente a EA, que sólo ha conseguido un juntero, informa Alberto Uriona.

La formación que más crece es el PSE-EE, al pasar de 11 a 14 apoderados y subir en 4,5 puntos el porcentaje de votos respecto a hace cuatro años (el 25% frente al 20%). El PP pierde dos representantes, al quedarse con ocho, y EB rentabiliza su coalición con Aralar al ganar un juntero y alcanzar los cuatro. La otra novedad es la irrupción de ANV, que ha podido presentarse en la circunscripción de las Encartaciones, donde logró un apoderado.

Los comicios evidencian que la ruptura de la coalición PNV-EA no les ha dado a ambos partidos (especialmente a EA) los frutos esperados. Frente a los 297.000 votos de los anteriores comicios, ahora la suma de ambos por separado ronda los 235.000 sufragios. Los resultados sí permiten una pacto entre PNV y EB-Aralar, que lograría los 27 junteros y así la mayoría absoluta.

El PP pierde tres puntos porcentuales, al rondar el 16,5%. Baja en cerca de 39.000 votos, por lo que sigue como tercera fuerza, tras el PNV y los socialistas. EA aparece como uno de los principales derrotados, ya que su presencia en solitario en las urnas hace que, de los cinco representantes que le correspondían en su coalición con el PNV, sólo se quede con uno, con lo que su poder de influencia para posibles pactos queda minimizada. ANV, que sólo pasó el corte de las anulaciones en una de las cuatro circunscripciones (las Encartaciones), logra un juntero, por lo que la izquierda abertzale vuelve a la Casa de Juntas de Gernika tras cuatro años de ausencia.

LOS GANADORES

El socialista Miguel Buen (Ardisa, 1947) dio la campaña en Guipúzcoa. La sombra de los escándalos que ha envuelto al PNV le han aupado como el ganador de las elecciones.

El PP arrebata la primacía al PNV, pero el candidato Javier de Andrés (Vitoria, 1967) tendrá complicado sumar apoyos para tomar el relevo de Ramón Rabanera.

José Luis Bilbao (Bilbao, 1957) repetirá mandato como diputado general de Vizcaya tras la nueva victoria del PNV en su feudo mayor, aunque pierde la mayoría absoluta.

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