Elecciones 27M

"Trabajamos mucho y no tenemos tiempo para votar"

Que los inmigrantes que residen de forma legal en España tengan derecho a voto es una reclamación unánime de las asociaciones de inmigrantes. O casi. La comunidad china no parece estar muy por la labor. "Trabajamos mucho y no tenemos tiempo para votar ni para entrar en esos debates. En principio, nos parece correcta la ley como está", sostiene el presidente de la Unión de Asociaciones Chinas en Cataluña, Lam Chuen Ping.

"Ya me cuesta trabajo decir a los nacionalizados que pueden ir a votar, así que imagina qué ocurre con los demás", asegura Lam, que tiene 55 años y lleva 36 residiendo e...

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Que los inmigrantes que residen de forma legal en España tengan derecho a voto es una reclamación unánime de las asociaciones de inmigrantes. O casi. La comunidad china no parece estar muy por la labor. "Trabajamos mucho y no tenemos tiempo para votar ni para entrar en esos debates. En principio, nos parece correcta la ley como está", sostiene el presidente de la Unión de Asociaciones Chinas en Cataluña, Lam Chuen Ping.

"Ya me cuesta trabajo decir a los nacionalizados que pueden ir a votar, así que imagina qué ocurre con los demás", asegura Lam, que tiene 55 años y lleva 36 residiendo en Cataluña. Los asuntos tratados durante la campaña tampoco parecen ser del interés de la comunidad, según este portavoz. Ni siquiera los de mayor calado social. "Aunque alguno se sorprenda, nosotros no pedimos ayudas a la Administración, ni para subvenciones ni para vivienda. Si un chino tiene dinero, compra una casa. Si no, la alquila. Cada uno está muy metido en su trabajo", insiste.

El contrapunto a esta visión lo da Florin Gaiseanu, un ciudadano rumano de 32 años que vive desde hace 12 en Cataluña. Tras la reciente incorporación de Rumania como miembro de pleno derecho de la Unión Europea, los rumanos residentes en España pueden votar por primera vez en unos comicios locales. "Esta cita nos hace mucha ilusión. Somos una comunidad fuerte, la tercera más numerosa en Cataluña, y por primera vez podemos influir", asegura Gaiseanu, que además de dirigir la Asociación de Rumanos en Cataluña (Asocrom) en el Vallès, es economista. El tema de campaña que más le preocupa es "la convivencia". Gaiseanu opina que la implicación de ciudadanos rumanos en la comisión de ciertos delitos ha "dañado" la imagen global del colectivo, por su repercusión mediática. "Es algo que intentamos combatir. La gente debe saber que los rumanos somos gente con formación, que llegamos aquí preparados para trabajar". Entre la indiferencia manifestada por la asociación china y el entusiasmo de la comunidad rumana hay una tercera vía. La de los que quieren y no pueden. Es el caso de buena parte de los trabajadores africanos.

"No sé qué temas se están tratando en campaña. Trabajo muchas horas y por desgracia no me queda mucho tiempo para informarme", admite Sibi Coulibaly, secretario general de la Unión de Trabajadores de Mauritania. Él llegó a Cataluña hace 24 años "en busca de una vida mejor". Por eso comparte la reflexión de la mayoría de asociaciones: "Una residencia permanente es como una nacionalidad".

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