Los Ejércitos de las dos Coreas logran un acuerdo ferroviario histórico

Aires de reconciliación soplan por la península coreana. Tras el acuerdo alcanzado en febrero pasado para poner fin a la crisis desatada por la decisión de Corea del Norte de dotarse de armas nucleares, un nuevo pacto ferroviario funde las barreras que enclaustran al país más aislado del mundo.

Durante los cuatro últimos días, militares del Norte y del Sur mantuvieron unas negociaciones inusualmente largas entre los dos países, que desembocaron ayer en un acuerdo militar para poner en marcha dos trenes transfronterizos. Uno en el este y el otro en el oeste de la llamada zona desmilitari...

Aires de reconciliación soplan por la península coreana. Tras el acuerdo alcanzado en febrero pasado para poner fin a la crisis desatada por la decisión de Corea del Norte de dotarse de armas nucleares, un nuevo pacto ferroviario funde las barreras que enclaustran al país más aislado del mundo.

Durante los cuatro últimos días, militares del Norte y del Sur mantuvieron unas negociaciones inusualmente largas entre los dos países, que desembocaron ayer en un acuerdo militar para poner en marcha dos trenes transfronterizos. Uno en el este y el otro en el oeste de la llamada zona desmilitarizada que divide ambos países.

La línea de ferrocarril intercoreana fue cortada en 1951, poco después de estallar la sangrienta guerra que confirmó la división de la península coreana. El proceso de reconexión vial tuvo comienzo tras la histórica cumbre de 2000 entre los líderes de los dos países, Kim Jong-il (Norte) y Kim Dae-jung (Sur).

Según el acuerdo alcanzado, la primera prueba ferroviaria interfronteriza se realizará el próximo día 17 de mayo. En cada uno de los trenes se espera que viajen unas 100 personas, en su mayoría funcionarios de ambos gobiernos y empresarios de Seúl involucrados en impulsar del comercio bilateral. Los militares de los dos Ejércitos, reunidos en Panmunjon, la aldea fronteriza donde se firmó el armisticio, se comprometieron a garantizar la seguridad de los trenes.

Los trayectos tienen una longitud de 27,3 kilómetros entre Munsan y Kaesong (oeste), y 25 kilómetros, entre Kumgang y Jejin (este), a través de la Línea de Demarcación Militar que divide la península desde el armisticio que puso fin a la guerra, en 1953. Seúl pretendía que los trenes se adentraran más en el vecino país, pero el régimen norcoreano no lo aceptó.

El acuerdo supone un avance significativo en la política diplomática de Seúl hacia Pyongyang en un área de dominio militar, el terreno más sensible entre los dos vecinos. Aunque en los últimos años las relaciones económicas han experimentado un crecimiento exponencial -hay un centenar de empresas surcoreanas trabajando en la zona económica especial norcoreana de Kaesong- , las relaciones de sus fuerzas armadas permanecían en un tenso punto muerto.

Asimismo, los militares acordaron impulsar la creación de una zona común de pesca en el mar del Oeste, escenario en el pasado de sangrientos enfrentamientos navales. Pyongyang no reconoce la frontera marina trazada por Naciones Unidas al final de la guerra intercoreana, de ahí que en estos años haya habido frecuentes choques por la presencia de pescadores en el área. La conflictividad de la frontera marina impidió en estos últimos años la firma del acuerdo ferroviario alcanzado ayer.

"Las dos partes comparten la visión de impedir un conflicto militar y de que crear una zona común de pesca en el mar del Oeste es una cuestión que debe resolverse urgentemente para reducir las tesiones militares y establecer la paz", señala el comunicado conjunto emitido al final de los cuatro días de reunión.

El acuerdo ferroviario facilitará el transporte de mercancías. Se beneficiarán sobretodo los empresarios que fabrican en el norte, empleando la numerosa y barata mano de obra existente.