Tribuna:COYUNTURA INTERNACIONAL

Japón, protagonista

La economía japonesa vuelve a consolidarse como uno de los principales referentes para los mercados financieros internacionales tras una década de profunda crisis. Las dudas sobre la robustez de su recuperación se despejaron definitivamente con el último dato de PIB, que elevó el crecimiento para el conjunto de 2006 al 2,2%, siendo sus principales soportes la fortaleza del sector empresarial, la recuperación del consumo privado y la solidez de sus exportaciones.

No obstante, aún persisten incertidumbres en torno a esta economía, sobre todo en relación con la definitiva salida de la defl...

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La economía japonesa vuelve a consolidarse como uno de los principales referentes para los mercados financieros internacionales tras una década de profunda crisis. Las dudas sobre la robustez de su recuperación se despejaron definitivamente con el último dato de PIB, que elevó el crecimiento para el conjunto de 2006 al 2,2%, siendo sus principales soportes la fortaleza del sector empresarial, la recuperación del consumo privado y la solidez de sus exportaciones.

No obstante, aún persisten incertidumbres en torno a esta economía, sobre todo en relación con la definitiva salida de la deflación después de que el último cambio de base del IPC y la moderación de los precios del crudo hayan tornado de nuevo la inflación a tasas próximas a cero. Pero como ha recalcado el BoJ en su último informe mensual, a pesar de que en el corto plazo se pueda observar cierta debilidad en los datos se prevé que su tendencia siga siendo positiva.

Todo indica que el proceso de normalización monetaria en Japón continuará en el presente ejercicio, aunque de forma gradual

En este contexto, ¿en qué se centra la atención de los mercados internacionales? El protagonismo lo acapara sobre todo una variable: el tipo de interés oficial. El motivo, la potencial repercusión que las subidas de tipos podrían tener sobre las estrategias de carry-trade, en las cuales los inversores, aprovechando los bajos tipos de Japón, se han estado endeudando en yenes para luego invertir en activos en economías con mayores tipos. La principal preocupación descansa en que este proceso de subidas se produzca de forma muy rápida, provocando que estas estrategias se deshagan en masa como ocurrió en 1998. Esta posibilidad, en principio, parece poco probable, ya que, el BoJ, actualmente con tipos en el 0,50%, seguirá su proceso de normalización monetaria de forma gradual y en función de la evolución de la actividad y de la inflación. Así, mientras no se produzca una clara salida de la deflación, un rápido tensionamiento de la política monetaria parece muy improbable, sobre todo si tenemos en cuenta que esto podría provocar una fuerte apreciación del yen, que debilitaría aún más el crecimiento de los precios y afectaría a las exportaciones.

De todas formas, cabe esperar que en la actualidad el efecto desestabilizador de que se deshicieran las posiciones en carry-trade fuese menor debido a la mejora que se ha producido en la gestión de riesgos y al menor apalancamiento financiero, que han minorado la vulnerabilidad del sistema financiero.

Eva María Calle es economista de Escenarios y Sistemas Financieros del Servicio de Estudios de BBVA.

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