Juicio por el mayor atentado en España | 11-M

El tribunal del 11-M multa a Díaz de Mera e insta un proceso contra él por desobediencia

Se negó a dar el nombre del policía que le informó de supuestos vínculos de ETA e islamistas

El tribunal del 11-M multó ayer con 1.000 euros e instó un proceso penal por desobediencia grave contra el ex director general de la Policía del PP Agustín Díaz de Mera. La decisión de los magistrados se produjo durante la declaración como testigo de Díaz de Mera, que se negó a revelar la identidad de un policía que supuestamente le habría informado de la existencia de un informe -que reconoció que nunca ha visto- sobre las presuntas relaciones entre miembros de ETA e islamistas. El tribunal le informó de que la ley le obligaba a identificar al policía e incluso le ofreció hacerlo reservadamen...

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El tribunal del 11-M multó ayer con 1.000 euros e instó un proceso penal por desobediencia grave contra el ex director general de la Policía del PP Agustín Díaz de Mera. La decisión de los magistrados se produjo durante la declaración como testigo de Díaz de Mera, que se negó a revelar la identidad de un policía que supuestamente le habría informado de la existencia de un informe -que reconoció que nunca ha visto- sobre las presuntas relaciones entre miembros de ETA e islamistas. El tribunal le informó de que la ley le obligaba a identificar al policía e incluso le ofreció hacerlo reservadamente para proteger su identidad. El presidente llegó a rogarle que no le obligara a imputarlo, pero la negativa fue tan tajante que no hubo vuelta atrás.

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La resolución del tribunal supone remitir un relato de lo ocurrido al órgano competente para juzgar por desobediencia grave a Díaz de Mera, que al ser eurodiputado es el Tribunal Supremo. El alto tribunal, antes de proceder contra el europarlamentario, deberá obtener la autorización de la Eurocámara, en Estrasburgo, por medio de un suplicatorio.

El que fuera director general de la Policía con el último Gobierno del PP fue interrogado en primer lugar por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, que incidió en las líneas de investigación que se siguieron tras los atentados. Díaz de Mera narró cómo en un primer momento le informaron de que lo que había explotado en los trenes era Titadyn con cordón detonante y luego rectificaron señalando que lo que había estallado era dinamita, no Titadyn.

El testigo indicó que las precisiones que ahora son tan importantes no le preocuparon aquellos días porque sus prioridades eran otras, como identificar cadáveres, el miedo a nuevos atentados, las manifestaciones masivas de esos días y las elecciones generales que se iban a celebrar 48 horas después. "No me planteé la enorme trascendencia de la diferencia entre que estallara Titadyn y Goma 2 Eco o sin Eco".

Incluso, a preguntas del fiscal, Díaz de Mera admitió que en las investigaciones de la policía los días 11 y 12 de marzo, al margen del inicial fiasco del Titadyn, no había ningún dato objetivo que apuntara a ETA. El ex director general ofreció como dato nuevo que la policía utilizó el inhibidor de su coche para bloquear algunas llamadas de los islamistas durante la tarde del 3 de abril en el piso de Leganés donde se suicidaron. Sin embargo, los agentes se percataron de que también interfería las comunicaciones de la policía, y al cabo de 15 minutos el inhibidor fue retirado.

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Mientras respondió a preguntas del fiscal, mantuvo el respeto a la institución, pero en la primera pregunta del letrado de la Asociación de Ayuda al 11-M, José María de Pablo, decidió hacer política. De Pablo le preguntó por un supuesto informe, encargado por el ex comisario general de Información Telesforo Rubio sobre relaciones entre los grupos islamistas y ETA, y que habría sido ocultado al ser contrario a la versión oficial. De Mera afirmó que ni había visto el informe, ni conocía a los autores, ni su contenido: sólo la generalidad.

Preguntado sobre la persona que le había informado de esos extremos, el europarlamentario se negó a revelar su identidad por tratarse de un policía que podría ser represaliado. El tribunal le dijo que la ley le exigía desvelar la identidad de la fuente. Como éste se negara, el presidente le advirtió de que estaba obligado a multarle y luego a proceder contra él por desobediencia grave a la autoridad. Luego, hizo un receso para que el testigo reflexionase. Tras la reanudación, el diálogo fue el siguiente:

Bermúdez. Se niega a proporcionar el dato, ha dicho, ¿no? Se le impone, entonces, una multa de 1.000 euros.

Díaz de Mera. Señor, que es una situación muy complicada, porque me siento profundamente identificado con el Cuerpo Nacional de Policía de por vida. La fuente es una fuente policial, acreditada y honesta, y no puedo (...) revelar esa fuente. Así es que, comprendo que es una situación complicada, pero aceptaré cualquier decisión que adopte este tribunal.

B. (...) Lo que no puede usted hacer es, por una parte afirmar que la fuente es honesta y fiable, y por otra negarse a darnos la fuente, porque entonces sí que coloca en una situación insostenible el proceso. Yo le ruego que medite. Si hace falta interrumpimos otros diez minutos, otros quince minutos, o lo que haga falta, para que usted medite tranquilamente, consulte con sus seres queridos, con quien usted quiera consultar. Pero tenga en cuenta que la consecuencia de su negativa no es sólo que el tribunal deduzca testimonio para que el órgano que corresponda, porque siendo usted parlamentario europeo es aforado, se investigue, se instruya, en su caso, por un delito de desobediencia grave a la autoridad contra usted (...). El problema es la situación en que coloca este proceso. Este proceso, que es un proceso de por sí complicado. Yo le vuelvo a rogar, dándole las garantías. Mire que le estoy rogando.

D. No, señor.

B. Medite si merece la pena, con las garantías que le está dando el tribunal de estudiar minuciosamente las máximas garantías para la fuente. Si es esa fuente luego resulta de utilidad en algunos efectos, y es o no citada. Porque son cosas distintas que el tribunal conozca la fuente a que luego sea molestada, que sea citada o no sea citada, ya que esa es una decisión que dependerá de las hipótesis del futuro. Pero medite usted, mucho más allá de su postura ética, las consecuencias para los ciudadanos y sobre todo para las partes. Y cuando digo partes me refiero a los afectados por esta causa.

D. Señor, aprecio mucho más de lo que pueda pensar el tribunal las explicaciones que usted acaba de dar. Pero estoy absolutamente persuadido de que la fuente nos está escuchando y de que esto lo están escuchando más policías. Si ellos quieren dar el paso adelante, serán ellos los que lo den. Pero yo, si tengo que optar y tengo que decidir, prefiero que las responsabilidades caigan sobre mí a que caigan sobre la fuente de esta información.

B. ¿No quiere usted consultar con la fuente?

D. Ni siquiera sé si la fuente tienen el teléfono intervenido.

B. Las opciones que deja al tribunal son nulas. El tribunal deducirá testimonio para que se investigue o pida que se instruya un procedimiento por desobediencia grave (...). El señor letrado de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M tiene la palabra. Si necesita un tiempo para poder reanudar el interrogatorio, se lo damos.

Algunos de los acusados por los atentados del 11-M que están en libertad condicional.EFE / TVE

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