El guardia civil tiroteado en Parga está ya fuera de peligro
El agente José Manuel Hermida Bouza, de 36 años, herido el pasado jueves en la localidad lucense de Parga por los disparos de un hombre al que pretendía detener, evoluciona favorablemente en el hospital Juan Canalejo de A Coruña. Según los facultativos que lo atienden, el paciente continúa sedado después de ser intervenido quirúrgicamente de las heridas que sufrió en el tórax y abdomen. Su agresor, Francisco Móntes Vázquez, de 38 años, permanece detenido en el cuartel de la Guardia Civil de Lugo y está previsto que hoy pase a disposición del Juzgado número 2 de Vilalba.
El guardia civil...
El agente José Manuel Hermida Bouza, de 36 años, herido el pasado jueves en la localidad lucense de Parga por los disparos de un hombre al que pretendía detener, evoluciona favorablemente en el hospital Juan Canalejo de A Coruña. Según los facultativos que lo atienden, el paciente continúa sedado después de ser intervenido quirúrgicamente de las heridas que sufrió en el tórax y abdomen. Su agresor, Francisco Móntes Vázquez, de 38 años, permanece detenido en el cuartel de la Guardia Civil de Lugo y está previsto que hoy pase a disposición del Juzgado número 2 de Vilalba.
El guardia civil herido acudió el pasado jueves junto a un compañero de patrulla a casa del ahora detenido para proteger a su madre y pedirle que depusiera su actitud agresiva. En el momento en que le comunicaron su detención, ya que persistía en su comportamiento violento, Francisco Montes corrió hacia su domicilio y salió con una escopeta con la que efectuó once disparos, uno de los cuales impactó sobre el agente herido. Otro de los perdigones alcanzó a su madre, una mujer de 67 años con la que compartía vivienda, ocasionándole heridas leves. Poco después, Francisco Montes huyó al monte, ya sin arma, donde fue rodeado y detenido por agentes del instituto armado.