La ministra consciente

En una maniobra que pareció sincronizada, la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, y el delegado del Gobierno, José Segura, llegaron al mismo tiempo que el segundo cabo lanzado desde el Conde de Gondomar entraba en el noray del puerto de Los Cristianos, exactamente a la 1 y un minuto de la madrugada, por lo que fue testigo directo de la operación de desembarque y atención a estos jóvenes.

Tras saludar a los miembros de las fuerzas de seguridad, de Cruz Roja, a la heroica tripulación y cruzar algunas palabras con los jóvenes africanos, la ministra, anímicamente impactada por la ...

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En una maniobra que pareció sincronizada, la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, y el delegado del Gobierno, José Segura, llegaron al mismo tiempo que el segundo cabo lanzado desde el Conde de Gondomar entraba en el noray del puerto de Los Cristianos, exactamente a la 1 y un minuto de la madrugada, por lo que fue testigo directo de la operación de desembarque y atención a estos jóvenes.

Tras saludar a los miembros de las fuerzas de seguridad, de Cruz Roja, a la heroica tripulación y cruzar algunas palabras con los jóvenes africanos, la ministra, anímicamente impactada por la experiencia, alabó a los profesionales de Salvamento y reconoció sobre los inmigrantes que "hay que entender que estas personas lo único que buscan es vivir mejor, así que merecen todo nuestro cariño, que los arropemos y comprendamos".

Magdalena Álvarez destacó cómo, en sus primeros minutos en tierra firme, "lo único que les hemos dado es la tranquilidad y cariño que necesitaban", antes de proceder a los interrogatorios policiales.

La ministra -primer miembro del Gobierno de Zapatero que asiste en directo en Canarias a un desembarco de inmigrantes- entró en las tres carpas de Cruz Roja, habló con los náufragos y les vio las quemaduras y laceraciones. Ante los medios reconoció que les dijo: "Tranquilos, estáis a salvo, os vamos a cuidar, vuestra vida ya no corre peligro", y confesó: "Sentí una ternura especial por el momento que estaban pasando, porque aún están muy débiles y asustados".

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