"Perdimos pero nunca nos humillaron"

"Perdimos pero nunca nos humillaron". A sus 87 años, Ángeles Morente Molina, de Andújar (Jaén), rescató ayer parte de la memoria histórica de la provincia, una memoria que le tocó vivir en primera persona durante la etapa de la República y la posguerra posterior. Ángeles perdió durante la contienda civil a dos hermanos, de 19 y 21 años, y tuvo a su padre encarcelado, por lo que, como a tantas otras mujeres, le tocó a ella sacar adelante a su familia.

Fueron niñas y adolescentes que se vieron obligadas a jugar el papel de madres y padres a la vez y que sufrieron las consecuencias de la r...

"Perdimos pero nunca nos humillaron". A sus 87 años, Ángeles Morente Molina, de Andújar (Jaén), rescató ayer parte de la memoria histórica de la provincia, una memoria que le tocó vivir en primera persona durante la etapa de la República y la posguerra posterior. Ángeles perdió durante la contienda civil a dos hermanos, de 19 y 21 años, y tuvo a su padre encarcelado, por lo que, como a tantas otras mujeres, le tocó a ella sacar adelante a su familia.

Fueron niñas y adolescentes que se vieron obligadas a jugar el papel de madres y padres a la vez y que sufrieron las consecuencias de la represión. Como es el caso de Amparo Cano, de 78 años, hija de un republicano en cuyo domicilio se encontraba la sede del Frente Popular. "Con la Guerra Civil acabó mi niñez, todos los hombres de mi familia estaban en la cárcel".

Ángeles y Amparo fueron dos de las republicanas que ayer fueron homenajeadas por la Diputación de Jaén dentro de los actos del Día Internacional de la Mujer. Junto a ellas, Ana Molina, Martina Labella, Isabel Moyano, Josefa Molina, Isabel Clavijo, María Sánchez Poza, María del Carmen Ruiz y Dolores Arazola dejaron por un día su anonimato para recibir el reconocimiento público "por su contribución a la sociedad democrática de la que hoy disfrutamos", señaló la diputada de Igualdad, Dolores Urbano.

Con todo, Amparo Cano, que fue concejal socialista en la segunda legislatura democrática, dio muestra de su humildad: "A quienes habría que dedicarle un monumento es a nuestras madres, que sacaron adelante a sus hijos sin apenas recursos y en la más absoluta pobreza". María Sánchez Poza, de Rus, recordaba cómo al ser fusilado su padre ella tuvo que tirar de su familia y no le quedó otra alternativa que acudir al estraperlo del aceite para sacar algo de dinero.

El acto sirvió también para entregar el premio de investigación sobre políticas de igualdad, que recayó en la profesora Carmen Rueda por su trabajo titulado Del tiempo del silencio al tiempo de la palabra. Mujeres republicanas en Jaén. Rueda ha recogido testimonios de mujeres republicanas, que además de mujeres habían sido perdedoras, "por lo que durante años han tenido que estar en silencio, no han podido contar sus experiencias vitales y me parecía que era importante recuperar su palabra, que olvidaran el miedo y vieran que se les reconocía su valor y su lucha".

Todas están unidas por su pelea por la supervivencia, unas pasaron por la cárcel, otras en el exilio y otras solas, sin padre o familia. El presidente de la Diputación de Jaén, Felipe López, lamentó que estas mujeres "fueron encasilladas en el hogar ahondando así en la brecha de la desigualdad".