El cine París cierra tras 79 años para dar paso a una tienda de moda

Tras 79 años de vida, el cine París de Barcelona siguió ayer la triste senda de los locales de gran aforo con sólo una o dos salas y ubicados en el centro histórico de la ciudad, y cerró sus puertas tras la sesión iniciada a las 22.00 horas. Una escasa rentabilidad en los últimos años y la apetencia por parte de grandes empresas del sector terciario de un solar de esas características en el corazón comercial de la ciudad han facilitado la decisión a los responsables del Grupo Balañá, del que el París forma parte. Al parecer, en el espacio que hasta ahora ha ocupado el cine, en el número 11 de ...

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Tras 79 años de vida, el cine París de Barcelona siguió ayer la triste senda de los locales de gran aforo con sólo una o dos salas y ubicados en el centro histórico de la ciudad, y cerró sus puertas tras la sesión iniciada a las 22.00 horas. Una escasa rentabilidad en los últimos años y la apetencia por parte de grandes empresas del sector terciario de un solar de esas características en el corazón comercial de la ciudad han facilitado la decisión a los responsables del Grupo Balañá, del que el París forma parte. Al parecer, en el espacio que hasta ahora ha ocupado el cine, en el número 11 de la avenida del Portal de l'Àngel, se ubicará el año próximo una tienda de la empresa Inditex, que podría destinarla a su marca Zara, a pesar de que ésta ya cuenta con una tienda casi delante del mismo cine y otra en la cercana calle de Pelai.

Las películas Volver, de Pedro Almodóvar, y La vida abismal, de Ventura Pons, tuvieron el triste honor de ser la última programación de una sala que se estrenó con el filme Beethoven el 21 de junio de 1928. A pesar de empezar con aires de renovación -el local fue de los primeros en incorporar el cinefón, un pedestre sistema de cine sonoro-, el París apostó por el cine más clásico y tradicional.

La vida de la sala París fue más o menos plácida hasta 1988, cuando un incendio estuvo a punto de hacerlo desaparecer. El percance permitió, sin embargo, que reabriera bajo la fórmula de dos salas, de alguna manera un tímido intento de acercarse al modelo de las multisalas de reducido aforamiento, que es el que al final se ha acabado imponiendo en el último decenio.

El cierre del histórico París se añade a una larga lista de bajas de este tipo de cines que ha venido padeciendo el centro de Barcelona. Entre las desapariciones más recientes están las de locales tan significativos en la vida del ocio barcelonés como el Astoria, el Bailén y el Arkadín (los tres de la cadena Cinesa, en junio de 1999); el Savoy (en 2001), el Publi (de Filmax, que también tenía dos salas, en 2005) y el Alcázar (también del grupo Balañá, hace ahora justo un año).

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