Montilla defiende las tecnologías en catalán y "en todo el territorio"
El Gobierno catalán, sintiéndose anfitrión de la feria más internacional de telefonía móvil, aprovechó la inauguración del congreso 3GSM para lanzar dos mensajes políticos.
El primero es la necesidad de que no exista fractura digital para que las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) se expandan "por todo el territorio", y no sólo por los núcleos densamente poblados (los más rentables para los operadores), según apuntó José Montilla, presidente de la Generalitat.
Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), en cuyas manos ha quedado la competencia en materia de...
El Gobierno catalán, sintiéndose anfitrión de la feria más internacional de telefonía móvil, aprovechó la inauguración del congreso 3GSM para lanzar dos mensajes políticos.
El primero es la necesidad de que no exista fractura digital para que las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) se expandan "por todo el territorio", y no sólo por los núcleos densamente poblados (los más rentables para los operadores), según apuntó José Montilla, presidente de la Generalitat.
Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), en cuyas manos ha quedado la competencia en materia de telecomunicaciones, es partidaria de impulsar un operador público cuya red pueda dar servicio a los distintos operadores (no al usuario final). Dicha red garantizaría la competencia (frente a Telefónica) y también que las comunicaciones de banda ancha y los nuevos servicios no quedaran confinados en las grandes ciudades. Sin embargo, el futuro de este operador, impulsado bajo el Gobierno de Pasqual Maragall, está por definir. Cuando Montilla aún no era presidente, consideró públicamente que un operador neutro público de ámbito catalán no era necesario.
El segundo mensaje tiene que ver con la lengua. "La fortaleza de nuestro tejido económico y social debe hacer presente el uso del catalán en un mundo cada vez más internacionl y multilingüe". Ayer, la Generalitat copresentó el programa Adobe Reader en catalán, que, según Joan Puigcercós, no es una decisión "comercial, sino de identidad".