Contratos de patrocinio y subvenciones bajo sospecha

Los principales clubes deportivos de Euskadi han venido recibiendo los últimos años cuantiosas subvenciones públicas, pese a que el Tribunal Vasco de Cuentas ha cuestionado el procedimiento empleado para otorgarlas. El principal órgano auditor de la comunidad ha puesto bajo sospecha las ayudas económicas al Athletic, la Real Sociedad y el Alavés porque, bajo la fórmula de los contratos de patrocinio, se escondían subvenciones directas destinadas a aliviar la situación financiera de los equipos.

Así ocurrió con los nueve millones de euros que la Diputación guipuzcoana entregó en 2003 a ...

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Los principales clubes deportivos de Euskadi han venido recibiendo los últimos años cuantiosas subvenciones públicas, pese a que el Tribunal Vasco de Cuentas ha cuestionado el procedimiento empleado para otorgarlas. El principal órgano auditor de la comunidad ha puesto bajo sospecha las ayudas económicas al Athletic, la Real Sociedad y el Alavés porque, bajo la fórmula de los contratos de patrocinio, se escondían subvenciones directas destinadas a aliviar la situación financiera de los equipos.

Así ocurrió con los nueve millones de euros que la Diputación guipuzcoana entregó en 2003 a la Real para costear las obras del complejo deportivo de Zubieta. El tribunal también consideró irregular la ayuda de seis millones que Vizcaya libró en 2002 a favor del Athletic o los 900.000 euros que recibió el Alavés de su Diputación en 2003.

Pese a las reiteradas objeciones del Tribunal de Cuentas frente a estas prácticas, la Diputación guipuzcoana se comprometió en 2005 a abonar a la Real otros tres millones en tres anualidades por lucir la marca Gipuzkoa en la elástica blanquiazul.

El baloncesto profesional también se ha beneficiado del apoyo institucional. El Bilbao Basket recibirá 3,5 millones de la institución foral hasta 2009 si permanece en la ACB en virtud de un convenio de colaboración. El pasado verano, el Ayuntamiento donostiarra y la Diputación fueron en auxilio del Bruesa Gipuzkoa Basket al concederle los tres millones que necesitaba para comprar la plaza de la Liga ACB.

En la mayoría de los casos, como ha señalado el tribunal, los convenios suscritos con clubes deportivos son censurables porque no incluyen ninguna obligación ni contraprestación de los beneficiarios.

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