Cómo evitar el ataque y cómo darse cuenta antes de que sea tarde

Todo empieza cuando el propietario de un ordenador pincha un enlace o un archivo que venía en un correo electrónico o un mensaje instantáneo. Suelen prometer imágenes impactantes, como la ejecución de Sadam Husein o las aventuras eróticas de una actriz. Pero mientras la víctima mira el vídeo, se le cuela el virus.

Entonces, el virus troyano manda un mensaje al criminal, para informarle de que ha tomado la plaza y espera sus órdenes. El proceso es transparente a ojos del propietario, que no se entera de nada. En algún momento, puede notar que la conexión va más lenta, pero ...

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Todo empieza cuando el propietario de un ordenador pincha un enlace o un archivo que venía en un correo electrónico o un mensaje instantáneo. Suelen prometer imágenes impactantes, como la ejecución de Sadam Husein o las aventuras eróticas de una actriz. Pero mientras la víctima mira el vídeo, se le cuela el virus.

Entonces, el virus troyano manda un mensaje al criminal, para informarle de que ha tomado la plaza y espera sus órdenes. El proceso es transparente a ojos del propietario, que no se entera de nada. En algún momento, puede notar que la conexión va más lenta, pero el criminal ya se encarga de no sobrecargarla, para evitar la detección. A cambio, prefiere añadir más ordenadores en su red de zombies.

Una vez dentro, el troyano está a punto para mandar correo basura, más virus que ampliarán la botnet o fraudes variados. Como su nombre indica, los troyanos son difíciles de detectar, no sólo a los ojos humanos sino también de los programas de detección. Suelen llevar funciones que les permiten evadir el control de los antivirus, tanto para entrar en el equipo como para quedarse.

Archivos peligrosos

Fuentes de la empresa de seguridad Hispasec Sistemas afirman: "Cuando un troyano ha conseguido entrar en tu ordenador, estás muerto". Hay poco que hacer entonces: el criminal puede configurar remotamente el troyano tantas veces como quiera, cambiarle el nombre, actualizarlo e incluso manipular los programas del ordenador, como el antivirus, para evitar que lo descubran.

La mejor arma contra los troyanos es la prevención, para evitar que entren en el equipo. Además de tener sentido común cuando se está en Internet, es importante saber que la mayoría de virus sólo atacan al sistema operativo Windows. El navegador Internet Explorer también es víctima frecuente de los troyanos. En caso de no querer usar otro, hay que tenerlo siempre actualizado.

Es vital no pinchar jamás en enlaces o archivos adjuntos que viajan en mensajes sospechosos. Y tener un buen antivirus, que debe actualizarse periódicamente. Pero más necesario aún es un programa cortafuegos, que controla las conexiones que entran y salen del ordenador y facilita descubrir si un troyano se está comunicando con el exterior. Un buen cortafuegos gratuito para Windows es ZoneAlarm.

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