La reforma audiovisual

Los guiñoles de TVG, secuestrados desde hace un año

La dirección, que encargó los muñecos, se niega a emitir el espacio de humor político

El presidente gallego, Emilio Pérez Touriño, y su socio nacionalista de coalición, Anxo Quintana, iban a ser en la nueva Televisión de Galicia (TVG) dos compañeros de piso con problemas de convivencia y peleas por el sofá, unidos sólo para hacer frente al molesto vecino del descansillo, un tal Feijóo con pinta de lechuguino. En alguna escena, la pugna entre los dos compañeros por el mando a distancia haría saltar las pilas por el aire. El día a día del edificio se intercalaría en el programa Zapping Comando, un repaso semanal a lo mejor de los otros canales, que sí ha salido a antena....

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El presidente gallego, Emilio Pérez Touriño, y su socio nacionalista de coalición, Anxo Quintana, iban a ser en la nueva Televisión de Galicia (TVG) dos compañeros de piso con problemas de convivencia y peleas por el sofá, unidos sólo para hacer frente al molesto vecino del descansillo, un tal Feijóo con pinta de lechuguino. En alguna escena, la pugna entre los dos compañeros por el mando a distancia haría saltar las pilas por el aire. El día a día del edificio se intercalaría en el programa Zapping Comando, un repaso semanal a lo mejor de los otros canales, que sí ha salido a antena.

Pero las ideas de los programadores del canal autonómico en la era post Fraga nunca llegaron a plasmarse en guiones escritos. Y los muñecos de gomaespuma de los tres líderes políticos, que la empresa Galitoon perfiló con esmero durante meses, llevan un año secuestrados en el ropero del director general de la compañía. Los galenecos, ni han salido del armario, ni tienen visos de aparecer en pantalla a corto plazo.

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Las decisiones de comprar los tres guiñoles y no incluir el programa en la parrilla todavía no han sido explicadas. De hecho, la postura de la dirección general de la Compañía de Radio e Televisión de Galicia (CRTVG) difiere radicalmente de la que defiende la propia cadena (TVG). Mientras los directivos del canal atribuyen la paralización del programa a una orden política procedente del entorno de la Presidencia de la Xunta (y ésa es la teoría que sostienen también algunas fuentes del Bloque Nacionalista Galego), desde la CRTVG se achaca la decisión al comité de programación (tal y como defiende Fernando Salgado, secretario general de Comunicación de la Xunta de Galicia, designado por el PSOE).

La noticia del secuestro de los galenecos llevó a la presidencia de la Xunta a afirmar que la televisión autonómica goza de autonomía absoluta para emitir los programas que considere oportunos. El director general de la compañía, Benigno Sánchez, anunció a finales de noviembre que la comisión de programación de la TVG realizaría una nueva valoración del programa y decidiría sobre la emisión de los guiñoles. Un mes después, los tres muñecos, amontonados en los despachos de dirección siguen siendo el secreto mejor guardado de los nuevos gestores de la televisión autonómica.

Nacidos como un símbolo del cambio político en Galicia, los galenecos intentaban refrescar la tradicional programación del canal autonómico y acercar la clase política a un público juvenil y urbano. La audiencia sigue a la espera de las aventuras de su coalición en gomaespuma.

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