Inaugurado el Instituto Cultural Rumano de Madrid

Madrid dispone, desde ayer, de un nuevo centro cultural europeo con la apertura del Instituto Cultural Rumano, inaugurado oficialmente por el físico, pensador y ensayista Horia-Román Patapievici, presidente internacional de la institución, equivalente rumano al español Instituto Cervantes. En abril pasado, los rumanos censados oficialmente en la Comunidad de Madrid, señaladamente en Alcalá de Henares, se cifraban en 15.000 y en toda España, superaban los 111.600, si bien se cree que su número real es superior.

La nueva sede madrileña se encuentra en la calle de Marqués de Urquijo, 47, y...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Madrid dispone, desde ayer, de un nuevo centro cultural europeo con la apertura del Instituto Cultural Rumano, inaugurado oficialmente por el físico, pensador y ensayista Horia-Román Patapievici, presidente internacional de la institución, equivalente rumano al español Instituto Cervantes. En abril pasado, los rumanos censados oficialmente en la Comunidad de Madrid, señaladamente en Alcalá de Henares, se cifraban en 15.000 y en toda España, superaban los 111.600, si bien se cree que su número real es superior.

La nueva sede madrileña se encuentra en la calle de Marqués de Urquijo, 47, y está dotada de sala de exposiciones, aulas, talleres y despachos. Su director es Horia Barna y su directora adjunta, Diana Cofsinski.

Horia Patapievici (Bucarest, 1957) ha consagrado parte de su vida al ensayo, uno de los cuales -El hombre reciente- acaba de ser editado en español. Sus estudios los ha orientado hacia una relectura de la Modernidad. Para él, "el centro recién nacido cofinanciará ediciones para que jóvenes escritores rumanos publiquen su obra en español y viceversa". Otra de sus metas es que "todo niño rumano establecido en España aprenda el español sin olvidar su lengua materna". Para ello, piensa establecer convenios con el Ayuntamiento de Madrid y otras instituciones, "para estimular así el bilingüismo, habida cuenta de la afinidad -latina- entre el rumano y el español".

En este sentido, Horia Patapievici evoca a un ensayista compatriota suyo, Alexandru Busvioceanu, que vivió en España entre 1942 y 1961. "Él planteó una interesantísima hipótesis filológica entre Rumanía -la antigua Dacia- y la Hispania altomedieval: pese a que San Agustín (354- 430 d. C.) forzó el olvido, en las ulteriores crónicas de la Edad Media, del legado del español y emperador romano Trajano (53-117 d. C.), conquistador de Dacia, los valores de los getae dacios fueron identificados por San Isidoro (560-636 d. C.) con los valores de los godos germánicos, de modo que el concepto de honor dacio pasó a integrar las virtudes castellanas".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En