Los ayuntamientos deberán garantizar transporte y agua para poder construir

Los nuevos planes urbanísticos que se aprueben en Galicia deberán ser verdes. La Xunta obligará a los ayuntamientos a demostrar que el abastecimiento y la depuración de aguas en las zonas donde pretende construir están asegurados y que se trate de áreas a las que es posible acceder a pie y en bicicleta. La ordenación que diseñen a partir de ahora las corporaciones tendrá que incluir un mapa en el que se localicen los lugares con riesgo de sufrir inundaciones o incendios forestales, implantar "medidas contra el feísmo" y justificar la necesidad de nuevas viviendas.

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Los nuevos planes urbanísticos que se aprueben en Galicia deberán ser verdes. La Xunta obligará a los ayuntamientos a demostrar que el abastecimiento y la depuración de aguas en las zonas donde pretende construir están asegurados y que se trate de áreas a las que es posible acceder a pie y en bicicleta. La ordenación que diseñen a partir de ahora las corporaciones tendrá que incluir un mapa en el que se localicen los lugares con riesgo de sufrir inundaciones o incendios forestales, implantar "medidas contra el feísmo" y justificar la necesidad de nuevas viviendas.

"Un ayuntamiento de 2.000 habitantes no puede presentar un plan para 6.000 viviendas" y "no es posible hacer grandes núcleos donde no caben los coches y a los que no hay acceso en vehículos comunitarios". Con estos dos ejemplos resumió ayer el conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, el espíritu de los requisitos medioambientales que las corporaciones locales tendrán que cumplir a partir de ahora para poder urbanizar el suelo.

El director general de Desenvolvemento Sostible, Emilio Fernández, presentó las directrices que tendrán que cumplir los nuevos planes de ordenación municipal que se aprueben en Galicia. Y lo hizo ante el Consello Galego do Medio Ambiente, un órgano consultivo del Gobierno autónomo en el que están representados los municipios, los empresarios, los ecologistas, los sindicatos, los consumidores y las universidades. La Xunta adaptará las exigencias a cada ayuntamiento pero, en general, todas las corporaciones locales deberán "demostrar" antes de conceder licencias de construcción que el sistema de abastecimiento y depuración de aguas tiene capacidad suficiente para asumir la demanda que se creará con las nuevas urbanizaciones.

Los planeamientos deberán incluir un documento en el que se establezca una red viaria que garantice el acceso en bicicleta y a pie a las áreas urbanizadas, en el que se sitúen zonas para la distribución de mercancías y en el que se reduzca al mínimo los "privilegios del automóvil".

Los planes urbanísticos tendrán que establecer "acciones positivas de mejora del medio rural y de sus condiciones de vida", proteger el suelo agrario y forestal, respetar la biodiversidad, y corregir el impacto de las actividades ruidosas y de las emisiones contaminantes a la atmósfera. La Xunta obligará además a los ayuntamientos a instalar un alumbrado público que minimice la contaminación luminosa. El cumplimiento de todos estos requisitos deberá constar en el denominado Informe de Sostenibilidad Ambiental, que redactarán los ayuntamientos siguiendo las pautas que le marque la Consellería de Medio Ambiente.

Tarifas del agua

"No hay plan", subrayó Vázquez tras la reunión con representantes de los ayuntamientos, los empresarios y los ecologistas, "si usted no plantea servicios generales, sistemas de movilidad, mapa de ruidos. Sobre todo, tiene que hacer sus ciclos hídricos: de dónde va a coger el agua y cómo va a devolverla a los espacios naturales".

Vázquez comunicó al Consello Galego do Medio Ambiente sus planes para homogeneizar las tarifas y la gestión del agua en Galicia, una comunidad en la que, según el conselleiro, existe un "sistema caótico". Según explicó el responsable de Medio Ambiente, en el territorio gallego conviven ayuntamientos que no cobran el agua a sus vecinos con traídas comunitarias y gestionadas por empresas privadas. "Esto es un gran popurrí", lamentó el conselleiro, quien se ha propuesto unificar el sistema en 2007.

Vázquez pretende que las tarifas que paguen los ciudadanos por el agua sean "disuasorias" para evitar el despilfarro. "Cada ciudadano debe pagar por el agua lo que cueste llevarla a su casa", afirmó el conselleiro, quien cifra en "hasta un 500%" las diferencias entre lo que cuesta abastecer los distintos ayuntamientos gallegos. Medio Ambiente mantiene negociaciones con la Federación Galega de Municipios para regular y homogeneizar la gestión del agua en Galicia.