Crítica:

Instrucciones para profesionales

"El atuendo no te conseguirá un puesto de trabajo, pero te lo puede hacer perder". Es una de esas frases que se manejan con soltura como consejo de última hora antes de acudir a lo que se llama "una entrevista de trabajo". Aunque las cifras agregadas de empleo han mejorado mucho y ya no se puede decir que el paro sea la primera preocupación de los españoles, todavía afecta a grupos específicos de la población. Los jóvenes y las mujeres son los más obvios, pero no los únicos. En todo caso, las entrevistas de empleo son un medio casi obligado para acceder al primer empleo, pero también para mejo...

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"El atuendo no te conseguirá un puesto de trabajo, pero te lo puede hacer perder". Es una de esas frases que se manejan con soltura como consejo de última hora antes de acudir a lo que se llama "una entrevista de trabajo". Aunque las cifras agregadas de empleo han mejorado mucho y ya no se puede decir que el paro sea la primera preocupación de los españoles, todavía afecta a grupos específicos de la población. Los jóvenes y las mujeres son los más obvios, pero no los únicos. En todo caso, las entrevistas de empleo son un medio casi obligado para acceder al primer empleo, pero también para mejorar una situación laboral petrificada.

Marketing personal aborda precisamente el asunto crucial de cómo debe plantearse y desarrollarse la carrera profesional. José María Acosta, el autor, acredita una amplia experiencia en esa disciplina fundamental hoy para las empresas que se conoce con el nombre de Recursos Humanos y la aporta para que el lector enfoque satisfactoriamente cómo lograr un trabajo, primero, sea en una empresa privada, en la administración o montando una empresa propia, y cómo ir mejorando de puesto más adelante.

Marketing personal

José María Acosta

Editorial Esic

ISBN 84-7356-470-7

El libro ofrece una visión amena, pero práctica y rigurosa, sobre cómo conocer las capacidades propias que pueden impulsarnos al éxito y cómo manejarlas. Aporta tecnologías sociales nuevas e importantes, como la programación neurolingüística y la inteligencia emocional, de supuesto obligado conocimiento si se buscan la eficacia y el éxito con cierta premura. La pringosa obsesión por la inteligencia emocional es una de las lacras de la teoría empresarial más reciente, pero hay que suponer que como instrumento práctico rinde alguna utilidad en propósitos muy concretos.

En síntesis, Marketing personal ofrece las claves para saberse vender durante toda la carrera profesional mediante habilidades de uso cotidiano como comunicar, negociar, motivar, gestionar el tiempo, delegar, manejar una reunión... Es evidente que quien sabe vender su imagen tiene mucho ganado en lo profesional y en lo personal.

La suposición de que "en nuestro éxito profesional cuenta tanto nuestra capacidad personal como nuestra habilidad para mostrarla" es un lugar común que nada aporta en sí misma si no se explican los procedimientos necesarios para "mostrarla".

Hay que dar por supuesto que el esfuerzo de demostración no se convertirá en la única preocupación del profesional, para no caer en las distorsiones laborales tan corrientes como inepcia, despreocupación por los problemas reales simple medraje. Acosta desarrolla las recetas demostrativas con convicción y, lo que es más útil, con sencillez. Dado el riesgo evidente de perder la orientación general del libro en una maraña de ocurrencias teóricas o modas de los últimos veinte minutos, se agradece la sobriedad y el ir al grano, que en estos casos es lo que importa. Es verdad que aparece un capítulo titulado El cerebro, nuestro gran desconocido, pero hay que atribuirlo probablemente al sentido del humor del autor. El resto de los capítulos funcionan como un perfecto manual para el buscador y perfeccionador de empleos. Incluye recomendaciones detalladas para iniciar y mantener la carrera profesional. A tal efecto, son imprescindibles los inevitables perfiles personales para conocer las habilidades propias que conviene desarrollar para desafiar a las ajenas o conectar con ellas. Sorprende agradablemente que Acosta reconozca las crecientes dificultades de encontrar un puesto de trabajo en un mercado de trabajo intensamente afectado de temporalidad -antes, eventualidad- y que, en consecuencia, no solamente desarrolle la excelencia profesional en el campo del trabajo asalariado, sino también en el del autoempleo. La formación profesional y empresarial también se consigue arriesgando y decidiendo, aunque concluya momentáneamente en fracaso.

En los mejores momentos, Marketing personal se parece a un prospecto útil de indicaciones y contraindicaciones laborales o profesionales; en los peores, no roza el suelo de los libros de autoayuda.

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