Asha Miró y Anna Soler-Pont escriben a dúo una novela
Las vidas de tres niños huérfanos, dos indias y un etíope, que se cruzarán 30 años después en un escenario entre Addis Abeba, Bombay y Barcelona. Esas son las coordenadas del que será el debut en el género de la novela de Asha Miró, Rastros de Sándalo, que publicará en enero próximo Planeta y Columna (castellano y catalán) y que significa también el estreno como autora de su agente, Anna Soler-Pont, con quien ha escrito el libro.
A pesar del formato de ficción, la experiencia personal de Asha Miró como hija adoptada vuelve a ser sustrato de su libro, que narra las vidas de los hu...
Las vidas de tres niños huérfanos, dos indias y un etíope, que se cruzarán 30 años después en un escenario entre Addis Abeba, Bombay y Barcelona. Esas son las coordenadas del que será el debut en el género de la novela de Asha Miró, Rastros de Sándalo, que publicará en enero próximo Planeta y Columna (castellano y catalán) y que significa también el estreno como autora de su agente, Anna Soler-Pont, con quien ha escrito el libro.
A pesar del formato de ficción, la experiencia personal de Asha Miró como hija adoptada vuelve a ser sustrato de su libro, que narra las vidas de los huérfanos Solomon, niño etíope, Muna, niña india de orfanato que no puede olvidar a su hermana pequeña, de quien separaron a la fuerza, y Sita, también india, que sólo sueña con tener una nueva familia. Las vidas de los tres arrancan, para el lector, en 1974 y se entrelazarán años después, en parte, en Barcelona. Esta ciudad, a la que llegó justo en 1974, y las inquietudes de Muna y Sita -esta última afincada en Nasik, donde nació ella- conforman las coincidencias autobiográficas de la obra. La coautora, Soler-Pont, comisaria del programa La cultura catalana a Frankfurt 2007, también ha dejado su jirón personal en su debut como escritora tras años de ayudar a hacer libros a los demás: tiene, en su caso, una hija adoptada etíope de 10 años.
Soler-Pont conoció a Miró porque quería saber cómo se adaptaría su hija, de ya cierta edad, como le ocurrió a Asha. De ahí surgió la idea de la agente de que escribiera un libro. El fruto fue La hija del Ganges (La Magrana / Lumen) y su secuela, Las dos caras de la Luna, que llevan vendidos 150.000 ejemplares en catalán y 130.000 en castellano. Traducido a 12 lenguas, en una edición con los dos libros excepto en Italia, este año ha salido en EE UU (en inglés y castellano), mientras se ultima una edición para India en inglés.