Más atención médica

El área de Derechos Civiles y Mujer del Ayuntamiento de Barcelona ha planteado a los servicios del Departamento de Sanidad la petición de colectivos que trabajan con prostitutas de incrementar los recursos de atención ginecológica a las trabajadoras sexuales. Hasta ahora, el único servicio que lo hace es el Programa de Asistencia a la Salud Sexual y Reproductora (Pasir), adscrito a las Drassanes, y es insuficiente.

Esa petición se reflejó en una reunión de las entidades con la concejal Pilar Vallugera el mes pasado en el marco de la agencia creada con la ordenanza para abordar los probl...

El área de Derechos Civiles y Mujer del Ayuntamiento de Barcelona ha planteado a los servicios del Departamento de Sanidad la petición de colectivos que trabajan con prostitutas de incrementar los recursos de atención ginecológica a las trabajadoras sexuales. Hasta ahora, el único servicio que lo hace es el Programa de Asistencia a la Salud Sexual y Reproductora (Pasir), adscrito a las Drassanes, y es insuficiente.

Esa petición se reflejó en una reunión de las entidades con la concejal Pilar Vallugera el mes pasado en el marco de la agencia creada con la ordenanza para abordar los problemas de las prostitutas, como buscar circuitos, formación y recursos para las que quieran dejar la calle.

Vallugera cree que antes de diciembre se contará ya con más recursos y centros hacia donde dirigir a las prostitutas. Probablemente entrarán en ese circuito tres centros: el de la calle de Manso, el de la plaza de Goya y otro en Poble Sec.

La demanda de más asistencia ginecológica del colectivo que se dedica a la prostitución callejera se ha acentuado con la ordenanza porque, según las mujeres, han aumentado las prácticas de riesgo. Hay más clientes que exigen no utilizar preservativos, y eso desencadena más problemas sanitarios. Vallugera apunta que, de acuerdo con la información recogida por los servicios de salud, se ha producido un incremento de enfermedades de transmisión sexual, pero que no se asocia estrictamente a la prostitución, sino a ciertos hábitos de parte de la población inmigrante de no utilizar preservativos.