Los parques eólicos de Els Ports resultan letales para los buitres

Nueve ejemplares han muerto destrozados por los aerogeneradores

En las comarcas de Els Ports y El Maestrat hay 230 parejas reproductoras de buitres leonados, según la Consejería de Territorio. Para el Grup d'Estudi i Protecció de les Rapaces (GER), que lleva 20 años haciendo estudios de campo en Castellón, los parques eólicos están en las rutas de estas aves. La muerte de nueve ejemplares destrozados por las palas de los aerogeneradores de Torremiró revela el carácter letal de estas instalaciones para los buitres.

El portavoz del GER, José Bort, explica que los buitres, una especie catalogada como de interés especial, utilizan las crestas de las mon...

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En las comarcas de Els Ports y El Maestrat hay 230 parejas reproductoras de buitres leonados, según la Consejería de Territorio. Para el Grup d'Estudi i Protecció de les Rapaces (GER), que lleva 20 años haciendo estudios de campo en Castellón, los parques eólicos están en las rutas de estas aves. La muerte de nueve ejemplares destrozados por las palas de los aerogeneradores de Torremiró revela el carácter letal de estas instalaciones para los buitres.

El movimiento de las aspas succiona a las aves y acaba cortándoles las alas

El portavoz del GER, José Bort, explica que los buitres, una especie catalogada como de interés especial, utilizan las crestas de las montañas para remontar su vuelo y trazar amplias redes de visibilidad en las que buscar alimento. El acercamiento a estas crestas se debe a que son los puntos en los que más viento hace, con lo que las rapaces logran un mejor planeamiento. En esta época, que no es de cría, los ejemplares no tienen necesidad de acudir a las buitreras diariamente ya que no tienen que alimentar a los pollos. Así, las "zonas de campeo" se extienden y los buitres cogen altura en las crestas de las montañas para abarcar, con su vista, áreas muy amplias. La Consejería de Territorio mantuvo que la muerte de los nueve buitres fue excepcional ya que el área no se encuentran "entre las rutas habituales" de esta especie, de acuerdo con los estudios de los técnicos previos a la construcción de las instalaciones. Sin embargo, Bort asegura que en esta época, el desplazamiento por los lugares en los que se encuentran los molinos es habitual.

La compañía Renomar, responsable del parque eólico de Torremiró, achacó las muertes "fundamentalmente, al vertido o abandono de animales muertos en el entorno" de la instalación energética. Esta afirmación ha provocado las protestas de los ganaderos de la zona, que niegan la acusación, informa Amparo Panadero. La empresa indicó además que el abandono de animales se ha agravado por la clausura de vertederos y muladares (comederos) existentes en los municipios de Teruel próximos a las zonas 1, 2 y 3 del Plan Eólico Valenciano. Sin embargo, el portavoz del GER mantiene que, en esta época, hay comida suficiente en el monte como para que el cierre de un comedero tenga incidencia en los vuelos de las aves. A este hecho se suma el dato del aumento sistemático de ejemplares, lo que refleja que "cada año hay más parejas porque tienen suficiente alimento". José Bort admite que, en algunos casos, se han detectado cuadros de desnutrición y debilidad en algunos buitres, tal como señaló Renomar, pero éstos, normalmente, se encuentran cerca de las zonas costeras y sólo se trata de ejemplares jóvenes. Esto se debe a que, en septiembre, los pollos ya han crecido lo suficiente para independizarse y, en ese momento, empiezan a buscar comida por sí solos. "Algunos de esos jóvenes buitres se desplazan a zonas en las que no hay comida, están dos o tres días sin comer y, al final, caen", explica Bort.

En las zonas de mayor tránsito de buitres, Renomar ha marcado los aerogeneradores con franjas negras discontinuas para favorecer su visibilidad por parte de las aves y se han abierto "pasillos" entre unos molinos y otros. Aún así, el Grup d'Estudi i Protecció de les Rapaces vaticina que seguirán cayendo, como ha pasado en otros parques instalados hace años, por ejemplo en Navarra, ya que el movimiento de las aspas succiona a los buitres hasta seccionar una de sus alas.

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