Una gran iniciativa
Gordon Brown, el canciller del Gobierno británico ha anunciado una iniciativa sin precedentes para combatir enfermedades infecciosas en el Tercer Mundo que merece rápida emulación. Brown ha declarado que los ingresos del lanzamiento de bonos del Estado por valor de 4.000 millones de dólares se utilizarán para un ingente programa de vacunación y refuerzos inmunológicos para 500 millones de niños en la próxima década.
El que será sucesor de Tony Blair en la dirección del Partido Laborista ha dicho que la primera fase consistirá en una ofensiva masiva en contra de la malaria, para después ...
Gordon Brown, el canciller del Gobierno británico ha anunciado una iniciativa sin precedentes para combatir enfermedades infecciosas en el Tercer Mundo que merece rápida emulación. Brown ha declarado que los ingresos del lanzamiento de bonos del Estado por valor de 4.000 millones de dólares se utilizarán para un ingente programa de vacunación y refuerzos inmunológicos para 500 millones de niños en la próxima década.
El que será sucesor de Tony Blair en la dirección del Partido Laborista ha dicho que la primera fase consistirá en una ofensiva masiva en contra de la malaria, para después afrontar medidas contra la inmunodefiencia en general y el SIDA en particular. El programa de Naciones Unidas en el que se integra esta iniciativa británica pretende reducir en dos tercios las muertes de niños menores de cinco años en todo el mundo para el año 2015. No parece haber duda alguna de que Brown tiene razón cuando demanda nuevas formas de financiación para unos retos de semejantes dimensiones. La fundación de Bill Gates y su mujer Melinda también ha destinado unos 1.500 millones de dólares a una "Alianza para la vacunación e inmunización global".
Los bonos de 1.000 euros van a ser sacados a la venta por Goldman Sachs y el Deutsche Bank y se comercializarán en mercados secundarios. Brown señala que el Gobierno británico está esperanzado en que su iniciativa rompa las reticencias que algunos otros países han manifestado cuando se plantearon en el pasado una opción similar. Los ingresos de cada tramo serán entregados simbólicamente para su distribución a dirigentes de las grandes religiones del mundo, comenzando por la Iglesia católica.