Los escándalos urbanísticos

Camps toma el control de Urbanismo a costa de un hombre de Blasco

Pedro Grimalt deja la dirección general en Territorio para dirigir la UIMP en Valencia

Pedro Grimalt, hasta ayer director general de Urbanismo de la Consejería de Territorio, dirigirá la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Valencia. El Consell anunció ayer su dimisión del cargo y el nombramiento de su sustituta, Marisol Martínez Reig, una mujer de la confianza de Francisco Camps que hasta ahora ocupaba la Subdirección de Organización del Gabinete del Presidente. Con el "cese a petición propia" de Grimalt, son dos los altos cargos de Territorio de la órbita del anterior consejero, Rafael Blasco, que han dejado el departamento que dirige Esteban González Pons.
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Pedro Grimalt, hasta ayer director general de Urbanismo de la Consejería de Territorio, dirigirá la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Valencia. El Consell anunció ayer su dimisión del cargo y el nombramiento de su sustituta, Marisol Martínez Reig, una mujer de la confianza de Francisco Camps que hasta ahora ocupaba la Subdirección de Organización del Gabinete del Presidente. Con el "cese a petición propia" de Grimalt, son dos los altos cargos de Territorio de la órbita del anterior consejero, Rafael Blasco, que han dejado el departamento que dirige Esteban González Pons.

La misión de Martínez Reig es "poner orden" en una consejería que conoce por dentro

Ayer el Pleno del Consell dio carta de naturaleza a la segunda baja en el equipo directivo de la Consejería de Territorio que Esteban González Pons heredó de Rafael Blasco. Si en el momento de producirse el relevo González Pons anunció un urbanismo de continuidad y el mantenimiento de los cargos del segundo escalón, los acontecimientos se van alejando de ese propósito. Si la política urbanística se separó enseguida de la línea trazada por Blasco, a los tres meses del cambio de carteras, el nuevo consejero prescindió del gerente del Instituto Valenciano de la Vivienda (IVVSA), Fermín Doménech, cuyo nombramiento o destitución corresponden directamente al presidente de esa institución, es decir al consejero. Con este detalle de letra pequeña se justificó entonces que se mantenía la promesa de no tocar el segundo escalón, que es nombrado por el Consell.

Ayer, la baja de Pedro Grimalt en la Dirección General de Urbanismo fue presentada como una dimisión, incluso el portavoz del Consell, Vicente Rambla, quiso desvincular la renuncia de éste de posibles discrepancias con la política urbanística de González Pons y aseguró que el catedrático de biomatemática tenía una "interesante" oferta de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), que según pudo saber este periódico se trata de la dirección de esta institución en la Comunidad Valenciana.

Sin embargo, algunas fuentes del Gobierno reconocieron la "falta de sintonía" de Grimalt con el consejero. Asimismo, desde el entorno del segundo escalón de Territorio se aseguró que el hasta ayer director general estaba "marginado, como todo el equipo" por parte del consejero. "[Grimalt] hacía tiempo que había manifestado su intención de abandonar la política y regresar al ámbito universitario, al que en realidad pertenecía", manifestaron.

Otras fuentes del Consell destacaron la coincidencia de intereses entre "las ganas de dejar el cargo" por parte de Grimalt y "las ganas del consejero de que lo dejara", aunque en el entorno de González Pons se descartó que ésta fuese una operación urdida por él para allanarse el camino en el departamento. En ese sentido, uno de los miembros del Ejecutivo quiso subrayar el hecho de que fuese una persona de "la estricta confianza del presidente" la que asumiera el área de Urbanismo.

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Marisol Martínez Reig, hasta ayer subdirectora de Organización del Gabinete del Presidente, había ocupado la dirección del Gabinete de la Consejería de Medio Ambiente en la anterior legislatura, con Fernando Modrego como consejero. Licenciada en Arquitectura por la Universidad Politécnica de Valencia, había trabajado como técnica en la misma área de Urbanismo que ahora asume como directora general.

Fuentes de Presidencia aseguraron ayer que la misión de Martínez Reig era "poner orden" en una consejería que conoce por dentro y cuyo equipo directivo está controlado por Blasco, lo que crea una situación de tensión. Además, su entrada en Territorio supone un marcaje de cerca a González Pons por parte del presidente Camps, ya que, según esas mismas fuentes, el presidente ejercerá un control directo sobre asuntos que le preocupan mucho.

El Consell acordó también ayer cubrir la vacante de Martínez Reig con Cristina Morató. La nueva subdirectora de Organización del Gabinete del Presidente ha realizado funciones de asesoramiento en el mismo departamento y ha ocupado diferentes puestos en el Instituto de la Pequeña y Mediana Industria (Impiva).

Un biomatemático metido en harina de hormigón

El catedrático de biomátemática Pedro Grimalt cuenta con un extenso currículo académico, trufado con abundantes referencias en revistas españolas e internacionales. Sin embargo, su trayectoria política no es menos suculenta. Grimalt desembarcó en la política de la mano del PSPV, y fue concejal en su pueblo, Dénia, hasta que "por un problema de listas", según antiguos compañeros, quedó fuera y se fue alejando del partido. Con los socialistas formó parte de la Diputación de Alicante, bajo presidencia de Antonio Fernández Valenzuela, incluso fue miembro del consejo de administración de la entonces Caja Provincial de Alicante junto a Diego Such.

Apartado de la política, dirigió la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en Dénia, hasta que en 2003 encabezó como independiente la lista municipal del PP en Dénia como una apuesta, en la que su amigo Rafael Blasco no era ajeno, para lograr la mayoría absoluta. El catedrático no logró su propósito, y el posterior conflicto orgánico del PP entre Francisco Camps y Eduardo Zaplana lo dejó en minoría en su grupo y en una situación difícil.

Para compensarlo de ese trance, Blasco lo nombró director general de Urbanismo en la Consejería de Territorio. En este cargo, uno de los asuntos más polémicos de Grimalt fue la concesión de una cédula de urbanización al grupo Marina d'Or para desarrollar una zona colindante al complejo que ya había construido la promotora en Oropesa. La comisión técnica de Urbanismo de Castellón había denegado la solicitud en dos ocasiones ante la falta de una serie de informes de la Dirección General de Costas y de las consejerías de Infraestructuras, Educación y Sanidad, así como de la propia de Territorio. Grimalt abrió un nuevo plazo de alegaciones y concedió la cédula, que firmó él pese a la negativa de los técnicos, sin estos informes para urbanizar una superficie de 350.000 metros cuadrados.

No menos llamativo resultó el expediente que le abrió el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Dénia por cometer una infracción urbanística al realizar unas obras en su casa de Les Rotes que se ajustaban a la licencia concedida. Mientras la normativa municipal fijaba en metro y medio la altura del vallado de la casa, con posibilidad de dejar libres 50 centímetros de celosía con visibilidad, los técnicos del Ayuntamiento comprobaron que el muro en algunos puntos superaba los metros de altura sin visibilidad. Fuentes del Ayuntamiento aseguraron ayer que como director general de Urbanismo, Grimalt dio el visto bueno a proyectos que el Consistorio rechazaba. El jueves el todavía director general tenía previsto asistir en Dénia a una reunión del Patronato del Montgó, sin embargo a última hora alegó estar enfermo.

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