Elorza sugiere destinar parte de Lore Toki a ampliar el museo Chillida-Leku
El Ayuntamiento de San Sebastián se plantea la posibilidad de construir tres campos deportivos de hierba artificial en los terrenos de Lore Toki y ofrecer a la familia del escultor Eduardo Chillida parte de ese suelo para ampliar las instalaciones de su museo de Hernani. El alcalde donostiarra, Odón Elorza, presentó ayer este planteamiento una vez confirmada la decisión del Ministerio de Defensa de trasladar la yeguada militar de Lore Toki a otras instalaciones de Cantabria.
La apuesta de Elorza pasa por trasladar la hípica de Loyola a Lore Toki, cuyas instalaciones podrían completarse...
El Ayuntamiento de San Sebastián se plantea la posibilidad de construir tres campos deportivos de hierba artificial en los terrenos de Lore Toki y ofrecer a la familia del escultor Eduardo Chillida parte de ese suelo para ampliar las instalaciones de su museo de Hernani. El alcalde donostiarra, Odón Elorza, presentó ayer este planteamiento una vez confirmada la decisión del Ministerio de Defensa de trasladar la yeguada militar de Lore Toki a otras instalaciones de Cantabria.
La apuesta de Elorza pasa por trasladar la hípica de Loyola a Lore Toki, cuyas instalaciones podrían completarse. "Estoy trabajando en eso, pero con el objetivo de que la nueva hípica no tenga un carácter militar, sino civil, gestionada por aficionados a esa práctica. El Ayuntamiento podría jugar algún papel", dijo.
La propuesta del grupo socialista de construir viviendas en los terrenos de Lore Toki fue rechazada de raíz por el pleno municipal por sus afecciones a un espacio de alto valor paisajístico. "La decisión la asumimos y la respetamos. No se está barajando ninguna hipótesis" de construcción de pisos, sostuvo el primer edil.
Lo que sí se plantea, y así lo expresó, es la posibilidad de ofrecer parte de los terrenos sobrantes tras un posible traslado de la hípica para la ampliación del Chillida Leku de Hernani. El resto podría destinarse a usos deportivos. Los campos de hierba artificial, demandados por equipos de fútbol, rugby y hockey sobre hierba, no tendrían ningún impacto para el paisaje, según recalcó.