El PP propuso ponerle a una calle del municipio cordobés de Cabra el nombre de Carmen Calvo

Dice el alcalde de Cabra, Ramón Narváez (PA), que en su municipio todos están orgullosos "del trabajo que está realizando" la ministra de Cultura, la egabrense Carmen Calvo (PSOE). Se trata del quinto ministro que ha nacido en esta localidad cordobesa y todos han sido honrados en su pueblo con placas o calles. Todos menos Calvo. Y no es por ganas de los políticos egabrenses, sobre todo, parece que del Partido Popular.

El alcalde Narváez recuerda como fue el grupo municipal del PP el que propuso en 1996 que la entonces recién nombrada consejera de Cultura de la Junta de Andalucía fuera a...

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Dice el alcalde de Cabra, Ramón Narváez (PA), que en su municipio todos están orgullosos "del trabajo que está realizando" la ministra de Cultura, la egabrense Carmen Calvo (PSOE). Se trata del quinto ministro que ha nacido en esta localidad cordobesa y todos han sido honrados en su pueblo con placas o calles. Todos menos Calvo. Y no es por ganas de los políticos egabrenses, sobre todo, parece que del Partido Popular.

El alcalde Narváez recuerda como fue el grupo municipal del PP el que propuso en 1996 que la entonces recién nombrada consejera de Cultura de la Junta de Andalucía fuera agasajada con una calle.

Al menos es irónico que el PP haya acusado recientemente, en el Congreso de los Diputados, a Calvo de haber cometido una "cacicada pura" al haber concedido una ayuda de 500.000 euros para la dotación escenográfica de un nuevo teatro en Cabra. Dice el PP que la ministra le ha quitado este dinero al municipio canario de Argüimes para dárselo a su pueblo. Ni en Argüimes ni en Cabra gobierna el PSOE, recordó la ministra ante las críticas. Entonces, ¿por qué el PP acusó a Calvo de "utilización del dinero de todos los ciudadanos en beneficio propio?" Simplemente, porque la ministra "se quiere ganar una placa en su pueblo natal en el año de las elecciones municipales", según aseguró en el Parlamento Beatriz Rodríguez-Salmones, portavoz de Cultura del PP.

Seguramente, Rodríguez-Salmones desconocía que la placa para Calvo había estado a punto de colocarse en una calle de Cabra gracias a la petición que presentó un compañero de su partido. Tampoco conocerá la popular el texto que llevó el grupo municipal del PP al pleno el 30 de abril de 1996. No tiene desperdicio. Literalmente dice: "Pocas oportunidades tiene un pueblo de contar entre sus hijos e hijas con personas de renombre en la vida social, cultural o política del país o la comunidad autónoma en la que se encuadra. Cuando ello ocurre y en el caso de Carmen Calvo, consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, todos debemos sentirnos satisfechos pertenezcamos a una u otra ideología o a una u otra clase social".

Según la moción de los populares, los vecinos no sólo tenían que sentirse orgullos "por las raíces egabrenses" sino por "el apoyo que nuestra ciudad puede recibir por parte de una egabrense y de la Junta".

El mismo día que el PP presentó esta moción, se leyó en el pleno una carta de Carmen Calvo. La entonces consejera agradecía el honor, pero solicitaba que "no fuera en este momento" cuando se le concediera. El razonamiento que hizo Calvo fue que era mejor esperar a ver cómo lo hacía de consejera para sopesar si se lo merecía. Pero el PP no retiró la moción, sino que dijo que la posponía. También ese día se aprobó una norma que impide dar distinciones de este tipo a políticos en activo. Narváez recuerda que se impulsó esa iniciativa "para evitar suspicacias" ya que el alcalde era entonces José Calvo (PA), hermano de la ministra.

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