La estatua de la Libertad celebra su 120º cumpleaños

Ni Sean Lennon, el hijo del mítico beatle, ni la supermodelo Elisabeth Hurley habían bebido nunca champaña francés a los pies de la estatua de la Libertad, en Nueva York. Pero el pasado jueves ocurrió. La selecta marca Moët & Chandon llenó de burbujas y personalidades la isla donde reside Miss Liberty para celebrar con ella el 120 cumpleaños del monumento.

En realidad, el aniversario de la entrega de la estatua por parte de Francia a Estados Unidos en 1886 será el 28 de octubre de este año. Pero Moët & Chandon decidió adelantarse un mes y así celebrar también...

Ni Sean Lennon, el hijo del mítico beatle, ni la supermodelo Elisabeth Hurley habían bebido nunca champaña francés a los pies de la estatua de la Libertad, en Nueva York. Pero el pasado jueves ocurrió. La selecta marca Moët & Chandon llenó de burbujas y personalidades la isla donde reside Miss Liberty para celebrar con ella el 120 cumpleaños del monumento.

En realidad, el aniversario de la entrega de la estatua por parte de Francia a Estados Unidos en 1886 será el 28 de octubre de este año. Pero Moët & Chandon decidió adelantarse un mes y así celebrar también el aniversario de uno de sus productos más célebres, el White Star Champagne, que coincide en años con el del simbólico emblema de la libertad.

Entre los invitados a la fiesta estaba el príncipe Dimitri de Yugoslavia, diseñador de joyas, y la actriz española Elsa Pataky. Radiante en su traje azul de Versace, pero sin la compañía de su oscarizado novio Adrien Brody, Pataky confesó que era la primera vez que pisaba la isla. Lo mismo dijo Sean Lennon, que, como muchos neoyorquinos, se ha limitado a mirar a la estatua de la Libertad desde Manhattan, pero nunca se había decidido a conocerla en persona. Para Hurley, británica, "la estatua de la Libertad es un símbolo de América que los ingleses estudiamos de pequeños y está rodeada de leyenda. Verla tan de cerca es impactante", afirmó a este diario.

Es posible que los ríos de champaña le nublaran a muchos la vista, pero Moët & Chandon se ocupó de que eso ocurriera sólo después de ofrecer un espectáculo de luces que dibujaron sobre la estatua todos sus contornos. Miss Liberty presidió la fiesta como si se tratara de una imagen de cómic cuyos detalles y líneas fueron pintados con un rotulador de luz azul al que precedieron varios efectos visuales que emulaban las burbujas que bailan en un vaso de champaña.

Cuando finalizó el espectáculo arrancó la fiesta, a la que le pusieron música los disc jockeys neoyorquinos The MisShapes, un trío de veinteañeros que se han convertido con su estilo y sus divertidas elecciones sonoras en una de las principales atracciones de las noches de Nueva York.