Cine negro español

El cine español ha demostrado en los últimos años que no tiene por qué temer a los géneros más clásicos. Por ejemplo, al cine negro ambientado alrededor del mundo del boxeo, en el que se mezclan los perdedores disfrazados de héroes, las mujeres fatales, los olores a garito cerrado, las corruptelas policiales y las pasiones de mirada esquiva. Como en las recientes Segundo asalto y A golpes, el debutante Iñaki Dorronsoro reincide en la estimable La distancia en los códigos de los clásicos del cuadrilátero, aunque otorgándole algún apunte de modernidad: ahora las pasiones irr...

El cine español ha demostrado en los últimos años que no tiene por qué temer a los géneros más clásicos. Por ejemplo, al cine negro ambientado alrededor del mundo del boxeo, en el que se mezclan los perdedores disfrazados de héroes, las mujeres fatales, los olores a garito cerrado, las corruptelas policiales y las pasiones de mirada esquiva. Como en las recientes Segundo asalto y A golpes, el debutante Iñaki Dorronsoro reincide en la estimable La distancia en los códigos de los clásicos del cuadrilátero, aunque otorgándole algún apunte de modernidad: ahora las pasiones irrespirables se adaptan a una nueva sociedad en la que los homosexuales pueden amar tan públicamente como los heterosexuales. Realizada con oficio y con diálogos de cierta altura (sin por ello perder la credibilidad social), la película es un producto tan entretenido como solvente. Sólo falta que el gran público le pierda el miedo al cine español de género y que el sector más cinéfilo no huya de los ambientes tradicionales del americano.