Tribuna:COYUNTURA INTERNACIONAL

Dependencias

La relación entre el ciclo económico de Estados Unidos y el de los países emergentes merece una especial atención, en un contexto en el que la desaceleración de aquella economía es cada vez más evidente. Esta semana hemos contado con más señales, ya no sólo en el mercado inmobiliario sino también en la actividad industrial (al menos, en sus índices de sentimiento). Si bien el consumo privado mantiene, de momento, su dinamismo, es obvio el riesgo de contagio respecto a la desaceleración en los otros componentes del PIB. ¿Qué consecuencias pueden derivarse sobre el resto de economías y, en espec...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La relación entre el ciclo económico de Estados Unidos y el de los países emergentes merece una especial atención, en un contexto en el que la desaceleración de aquella economía es cada vez más evidente. Esta semana hemos contado con más señales, ya no sólo en el mercado inmobiliario sino también en la actividad industrial (al menos, en sus índices de sentimiento). Si bien el consumo privado mantiene, de momento, su dinamismo, es obvio el riesgo de contagio respecto a la desaceleración en los otros componentes del PIB. ¿Qué consecuencias pueden derivarse sobre el resto de economías y, en especial, las emergentes?

En el análisis del origen de las importaciones de EE UU se desprende que Asia emergente (descontando Japón) y América Latina son las principales regiones de procedencia de las compras al exterior, con un 50% del total. Teniendo en cuenta que EE UU representa casi un tercio del PIB mundial, es lógico que las exportaciones hacia ese país supongan un elevado peso respecto al total de las ventas al exterior de la mayoría de naciones. Del total de las exportaciones de México, un 85% tienen como destino EE UU, mientras que alcanzan un 20% en Brasil, China, Malasia, y un 15% en Chile, Corea, India, Taiwán y Singapur. Las exportaciones suponen, a su vez, un importante porcentaje sobre el PIB, característica propia de unas economías que han basado la expansión de los últimos años en el sector exterior. Las ventas a otros países equivalen un 120% del PIB en Malasia, el 65% en Tailandia y Taiwán y el 50% en Turquía, México, Chile, Rusia o Polonia.

Las economías emergentes tienen una elevada dependencia a la evolución de sus exportaciones y éstas al ciclo en Estados Unidos

A estos cálculos habría que sumarles un elevado porcentaje de comercio intra-regional, de tal forma que bien sea de forma directa o indirecta es obvia la elevada dependencia de las economías emergentes a la evolución de sus exportaciones y éstas al ciclo en EE UU, circunstancia que les sitúa en una posición muy vulnerable ante el riesgo de intensificación de pérdida de dinamismo en este país. La válvula de escape podría ser la demanda interna, es decir, que el consumo nacional compensara el de las familias estadounidenses. Sin embargo, en general, la estructura económica de estos países no propicia aún tal relevo. El comportamiento de las economías europeas y japonesa será por tanto más vinculante en el mantenimiento de la pulsación de la economía mundial.

Álvaro Lissón y Daniel Manzano son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (Grupo Analistas).

Archivado En