Reportaje:ANIMALES EN LIBERTAD

Fieras sin fronteras

Suráfrica, Mozambique y Zimbabue crearán el mayor parque de vida salvaje de África

Estamos derribando las vallas coloniales que separaron nuestras naciones durante siglos", aseguró exultante el presidente surafricano, Thabo Mbeki, el 16 de agosto al inaugurar el puesto fronterizo entre Suráfrica y Mozambique en el interior del parque transnacional Gran Limpopo, un territorio de 35.000 kilómetros cuadrados (la extensión de Holanda) en el que los animales salvajes podrán moverse libremente y recuperar antiguas rutas migratorias.

El parque transfronterizo, el mayor del mundo y en el que Zimbabue también participa, pretende llegar a tener 100.000 kilómetros cuadrados y se...

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Estamos derribando las vallas coloniales que separaron nuestras naciones durante siglos", aseguró exultante el presidente surafricano, Thabo Mbeki, el 16 de agosto al inaugurar el puesto fronterizo entre Suráfrica y Mozambique en el interior del parque transnacional Gran Limpopo, un territorio de 35.000 kilómetros cuadrados (la extensión de Holanda) en el que los animales salvajes podrán moverse libremente y recuperar antiguas rutas migratorias.

El parque transfronterizo, el mayor del mundo y en el que Zimbabue también participa, pretende llegar a tener 100.000 kilómetros cuadrados y ser una punta de lanza conservacionista que se comercializará como destino turístico y cultural. El plan incluye la mejora de la calidad de vida de las comunidades locales mediante su integración en proyectos relacionados con el ecoturismo, culturales y con el mantenimiento medioambiental.

El Kruger recibe millones de turistas atraídos por la posibilidad de ver a "los cinco grandes" en su hábitat natural: rinoceronte, búfalo,león, leopardo y elefante

El Gran Limpopo fue creado oficialmente en 2002, pero su gestación se inició mucho antes, en 1990, en una reunión entre el presidente mozambiqueño Joaquim Chissano y el presidente de World Wild Fund, el multimillonario surafricano Antón Rupert. Pero sólo pudo iniciar una lenta andadura a partir de 1992 con la firma del acuerdo de paz en Mozambique que sellaba 14 años de guerra civil con un millón de muertos y, a partir de 1994, con la transición surafricana a la democracia, tras cuarenta años de gobierno del apartheid.

El parque transnacional significa la unión del poderoso parque nacional Kruger (Suráfrica), del Gonarezhou (Zimbabwe) y del parque nacional Limpopo (Mozambique). Este último era el que se encontraba en peor situación. "Años de guerra civil y persistente sequía en la zona supusieron la casi completa eliminación de grandes y medianos mamíferos en el Limpopo y en las áreas colindantes", explica Irma Engelbrecht, representante de la Fundación de Parques por la Paz, que lidera el proyecto.

Caza furtiva

En algunos cadáveres de elefantes del Limpopo se llegaron a encontrar hasta 31 balas, y otros perecieron al pisar minas antipersonas. La caza furtiva de mozambiqueños en tiempos de guerra o los propios soldados fueron lo que motivó la construcción de vallas electrificadas en el Kruger, pero eso supuso impedir las tradicionales rutas migratorias, especialmente la de los elefantes.

Esta situación se pretende cambiar con la retirada de las vallas y el traslado de animales desde el Kruger hasta el Limpopo. La mitad del muro (de 420 kilómetros) ya se ha retirado y ya han cruzado 3.268 animales al lado mozambiqueño. Entre ellos, elefantes, antílopes, impalas, rinocerontes, jirafas, cebras y jabalíes. Se espera que aumente a los 6.000, ya que "el ecoturismo sólo será una realidad cuando haya un incremento dramático de animales en la zona", explica Engelbrecht.

La apertura de las rutas migratorias puede ayudar al Kruger, de forma secundaria, en otro aspecto. La protección a los elefantes ha supuesto que su población haya aumentado excesivamente (no sufren amenaza de ningún predador). Ahora peligra la pervivencia de otras especies a las que dejan sin comida, por lo que el parque se debate entre abatir familias enteras de animales o transportarlas a otros parques africanos.

"Ése no era nuestro objetivo inicial al retirar las vallas", explica William Mabasa, portavoz del parque Kruger; "seguimos teniendo el problema de superpoblación, pero el tener una mayor extensión de tierra ayudará". Mabasa explica que la aclimatación de los elefantes al Limpopo no es difícil -"es el mismo hábitat"-, pero requiere de un periodo en el que los elefantes estén en una zona vallada, "puesto que su primer instinto es regresar a la zona que conocen".

En la zona del Limpopo viven 20.000 personas en poblaciones agrícolas, una actividad que entra en conflicto con los animales. La mayoría de ellas podrán mantenerse en el lugar y se levantarán empalizadas para proteger viviendas y cultivos, pero unas 6.000, de ocho aldeas, tendrán que marcharse.

Mientras se negocia el traslado, los campesinos sólo pueden espantar a los elefantes que irrumpen en sus tierras con ruido de cacerolas.

Atraer a turistas es imprescindible para la viabilidad del proyecto. El Kruger, un parque nacional con un siglo de antigüedad, recibe entre millón y medio y dos millones de turistas al año atraídos por la posibilidad de ver a "los cinco grandes" en su hábitat natural: león, leopardo, búfalo, rinoceronte y elefante. Se espera que sea el Kruger el motor de la expansión turística tanto hacia Mozambique (que comercializa ver a los animales y un rápido acceso a sus magníficas playas) como hacia Zimbabue, cuyo parque nacional, el Gonarezhou, se convertirá en un santuario para el rinoceronte. En Zimbabue, que no dispone de ayuda exterior, se ha tenido que negociar con las comunidades locales, que recibirán tierra alternativa una vez hayan abandonado el parque.

El Gran Limpopo es sólo uno (aunque el mayor) de los 21 que están planeados en África.

Un grupo de ñúes y una jirafa, en el parque nacional Kruger de Suráfrica.AP

Libertad de movimientos... sólo para animales

SURÁFRICA, COMO UNO de los países más ricos del sur de África, tiene su particular problema con la inmigración ilegal. Durante años, mozambiqueños han sorteado vallas y desafiado el peligro de los animales salvajes para adentrarse en Suráfrica a través del parque nacional Kruger. Pese a que la situación económica ha mejorado en los últimos años, Mozambique sigue siendo uno de los países más pobres del mundo. La situación en la vecina Zimbabue (inflación del 1.000%, desempleo del 70% y dictadura de Robert Mugabe) fuerza a miles de personas a cruzar la frontera ilegalmente.

Las autoridades y los gestores del nuevo Parque Transfonterizo Gran Limpopo niegan que la retirada de la valla vaya a suponer un incremento de amakwere-kwere (extranjeros). "Éstas nunca han impedido que se cruce fronteras o parques llenos de fieras", dice Irma Engelbrecht, de Peace Parks Foundation. "Hay que mirar más allá. Por eso tratamos de mejorar el nivel de vida de los que habitan cerca de los parques".

Engelbrecht cree, además, que el hecho de que el lado mozambiqueño sea ya parque natural con patrullas constantes es un factor atenuante a la inmigración ilegal. El desarrollo del proyecto por partes y en un largo espacio de tiempo se ha debido a motivos relacionados con la seguridad y el control de las fronteras. Suráfrica cuenta con helicópteros y vehículos todoterreno.

Los beneficios que se esperan obtener del Gran Limpopo, en todo caso, sirven para minimizar el problema. Para 2010, cuando desaparezca la valla, Suráfrica acogerá el Mundial de fútbol. "No dudo de que el parque será una gran atracción turística, antes, durante y después del Mundial", asegura el presidente surafricano, Mbeki.

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