Barracones crecientes, barracones menguantes

Las instalaciones provisionales han crecido para acoger a los inmigrantes

Los barracones escolares son un problema endémico para muchas escuelas. Y no tienen color político. Empezaron hace más de una década cuando gobernaba Convergència i Unió (CiU), cuando la inmigración empezó a ser imparable. Tras unos años de inflexión, ahora vuelven a crecer, aunque el consejero de Educación y Universidades, Joan Manuel del Pozo, asegura que el repunte es pasajero y descenderán a final del curso próximo.

"Para que baje el número de barracones se necesita una buena planificación de construcción de escuelas y lo que estamos haciendo. Tenemos muchas obras en marcha y...

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Los barracones escolares son un problema endémico para muchas escuelas. Y no tienen color político. Empezaron hace más de una década cuando gobernaba Convergència i Unió (CiU), cuando la inmigración empezó a ser imparable. Tras unos años de inflexión, ahora vuelven a crecer, aunque el consejero de Educación y Universidades, Joan Manuel del Pozo, asegura que el repunte es pasajero y descenderán a final del curso próximo.

"Para que baje el número de barracones se necesita una buena planificación de construcción de escuelas y lo que estamos haciendo. Tenemos muchas obras en marcha y adjudicadas", ha afirmado el secretario de Educación, Francesc Colomé, que añade para el próximo curso, que arranca el 12 de septiembre, que entrarán en funcionamiento otras 66 escuelas e institutos.

Entretanto, algunos centros llevan años instalados en barracones. Uno de ellos es la escuela Progrès de Badalona, que funciona desde hace seis años en módulos prefabricados, aunque ya le han comunicado que en un año más será una escuela sin barracones, dice la directora, Ramona Tasies. "Tenemos 173 alumnos en barracones y el curso próximo 220, pero será el último aquí", remacha la directora. "Tenemos un buen patio. El problema no es tener barracones. Las aulas son correctas. Lo malo es no disponer de una escuela normal que tenga un salón de actos o un gimnasio. Cuando llueve o hace mucho frío nos vemos obligados a mover el mobiliario para que los niños puedan hacer actividades conjuntas o la clase de gimnasia", dice Tasies.

El rifirrafe político a propósito de los barracones escolares ha arreciado en los últimos tiempos. CiU, por boca de la diputada al Parlament Irene Rigau, reprocha al Gobierno catalán que el número de barracones está subiendo. CiU acusa al Gobierno de haber incrementado los barracones en los dos años y ocho meses de Ejecutivo de Pasqual Maragall. El Departamento de Educación responde que el número de barracones también subió con CiU.

Más allá del rifirrafe político, las cifras muestran que los barracones son crecientes y menguantes. Subieron, bajaron, han vuelto a subir y se prevé una bajada para el final del curso que está a punto de empezar.

Detras de este incremento está el espectacular ritmo de llegada de inmigrantes y la entrada de de muchos alumnos a las escuelas cuando ya ha empezado el curso. Al empezar el curso 1998-1999 el Departamento de Educación y Universidades contabilizó 16.620 alumnos extranjeros en la enseñanza no universitaria. El número se ha disparado. Al principio del curso pasado había 106.746. El crecimiento acumulado ronda el 900% en menos de una década.

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Entretanto, escuelas como Progrès siguen instaladas en módulos prefabricados. "La prolongación del metro nos ayuda porque la estación de la línea 2 llegará desde Pep Ventura y acabará donde ahora está el colegio. La directora expresa su alegría por dejar los barracones: "Tenemos muchas ganas de salir de aquí, de tener un gimnasio, una sala de actividades, pasillos, una escuela normal".

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