Ferrocarrils sigue sin mostrar el registro de averías mes y medio después de la tragedia

El documento es uno de los más solicitados y esperados por sindicatos y oposición

El libro de averías del convoy que sufrió el accidente de metro que el 3 de julio causó la muerte de 43 personas es uno de los documentos más deseados por sindicatos y oposición. La incertidumbre ha revalorizado un documento en el que debe quedar constancia de cualquier problema que haya registrado la unidad y que por ello es considerado fundamental para esclarecer el siniestro. Pero hasta ahora no han aparecido ni el libro -que debe viajar en el tren- ni las dos copias del mismo que deben permanecer en la empresa y por las que la oposición preguntó en la comisión parlamentaria que investigó e...

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El libro de averías del convoy que sufrió el accidente de metro que el 3 de julio causó la muerte de 43 personas es uno de los documentos más deseados por sindicatos y oposición. La incertidumbre ha revalorizado un documento en el que debe quedar constancia de cualquier problema que haya registrado la unidad y que por ello es considerado fundamental para esclarecer el siniestro. Pero hasta ahora no han aparecido ni el libro -que debe viajar en el tren- ni las dos copias del mismo que deben permanecer en la empresa y por las que la oposición preguntó en la comisión parlamentaria que investigó el accidente. FGV dice ignorar si el libro está o no en el vehículo, precintado por orden judicial.

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El libro de averías es un registro que rellena el maquinista para dejar constancia de cualquier problema que presente la unidad que conduce. Además del documento original, cuenta con dos copias, una dirigida al taller y la otra a la dirección de operaciones de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), según explican fuentes sindicales. Ninguna de ellas ha visto la luz desde el accidente del pasado tres de julio pese a ser uno de los documentos más reclamados. Las incidencias o problemas, por otro lado, también se comunican por teléfono al OAM (oficina de atención de puesto de mando). Antonio Soler, representante de UGT en FGV, recordaba ayer que desde los sindicatos se ha solicitado tanto el libro de averías como las comunicaciones al OAM, aunque hasta la fecha ninguna de las dos peticiones ha obtenido respuesta de la dirección de la empresa.

El contenido de este registro es uno de los secretos mejor guardados de la investigación del accidente de metro. El documento es "uno de los datos importantes de la investigación", en palabras de Soler. A la petición de los sindicatos se ha unido la de la oposición, que solicitó el libro durante la investigación parlamentaria que durante cuatro días se desarrolló en las Cortes Valencianas. La petición fue rechazada por el PP. Ferrocarrils dice ignorar si el libro está o no dentro del vehículo siniestrado, precintado actualmente por orden judicial y depositado en los talleres de la empresa en València Sud. La dirección, por otro lado, no ha dado ninguna información sobre el paradero de las copias de este documento. Ayer, Soler expresó su deseo de que Ferrocarrils facilite por fin este registro durante la reunión del Comité de Seguridad en la Circulación convocada para mañana miércoles en la sede de FGV.

FGV, de hecho, informó ayer a través de un comunicado de la celebración de esta reunión en la que dijo que se analizarán "nuevos documentos relativos a las investigaciones realizadas por parte de la dirección", aunque no entró en más detalles. Los sindicatos han reclamado, desde que se produjo el accidente, numerosa información con la que intentan esclarecer lo ocurrido el 3 de julio pasado.

La empresa pública explicó que en la reunión de mañana presentará a los sindicatos la propuesta de nuevo reglamento para el Comité de Seguridad en la Circulación, órgano paritario entre empresa y representantes de los trabajadores que tras el accidente ha pasado de tener carácter consultivo a que sus decisiones sean vinculantes. El nuevo reglamento debe incorporar las modificaciones precisas para hacer esto posible.

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Mientras, desde las Cortes, el portavoz adjunto del Grupo Socialista Andrés Perelló, que formó parte de la comisión de investigación, también se interesó por el paradero del libro de averías. "Yo pregunté cuatro veces por el libro a diversos comparecientes", recordaba ayer Perelló, que también se interesó por las copias. Pero no obtuvo respuesta. "FGV dice que el libro, o lo tiene la policía científica, o está dentro del vagón precintado", añadió. El diputado del PSPV explicó que en los días previos a la investigación parlamentaria tuvo ocasión de examinar un libro de averías de otra unidad de FGV que "reflejaba una avería en la iluminación del velocímetro de la cabina del maquinista que no había sido reparada en tres meses". Perelló se preguntó si el tren siniestrado en el túnel de la línea 1 podría haber sufrido una avería similar. "En ese caso el maquinista ni siquiera pudo ver a qué velocidad circulaba por el túnel", conjeturó.

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