Expulsadas tres de las seis inmigrantes que denunciaron abusos de policías en Málaga

El abogado de las internas pide que declaren otras dos chicas y el hermano de un policía

Tres de las seis inmigrantes que denunciaron a policías por abusos sexuales en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Málaga han sido expulsadas de España. Sus declaraciones resultan "vitales" para la investigación, según su abogado, Jesús Ureña. Los inmigrantes permanecen en el centro un máximo de 40 días y después reciben una orden de salida del país, a no ser que sean requeridos por un juez o por la fiscalía, lo que no se ha producido en este caso. La acusación pide que comparezcan como testigos otras dos mujeres que ya han sido expulsadas y el hermano de un agente.

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Tres de las seis inmigrantes que denunciaron a policías por abusos sexuales en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Málaga han sido expulsadas de España. Sus declaraciones resultan "vitales" para la investigación, según su abogado, Jesús Ureña. Los inmigrantes permanecen en el centro un máximo de 40 días y después reciben una orden de salida del país, a no ser que sean requeridos por un juez o por la fiscalía, lo que no se ha producido en este caso. La acusación pide que comparezcan como testigos otras dos mujeres que ya han sido expulsadas y el hermano de un agente.

Las tres extranjeras están ya en sus países de origen después de que se les notificara la orden de expulsión los días 1, 2 y 8 de agosto, según indicó su abogado, Jesús Ureña. Dos de ellas son ucranianas y la otra, rusa, informó el letrado. Las expulsadas son tres de las seis internas que prestaron declaración como testigos protegidos en el Juzgado de Instrucción 9 de Málaga el 23 de julio, tras ser puestos a disposición judicial siete agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) por las supuestas fiestas celebradas durante un turno de noche en el Centro de Internamiento de Extranjeros.

Una de ellas manifestó en su declaración judicial haber sufrido "tocamientos" por parte de algún agente, según aseguró su abogado. Ureña descubrió que ya no estaban en el centro ayer cuando acudió a visitarlas. Al principio del proceso solicitó al juzgado que se paralizara su expediente de expulsión. El plazo legal de permanencia en el CIE es de 40 días. Después de ese término, los inmigrantes que no han conseguido legalizar su situación son expulsados. El periodo es el mismo para las inmigrantes que han testificado por los presuntos abusos, a no ser que sean reclamadas por el juzgado o por la Fiscalía.

Trato discriminatorio

Otras dos internas de las seis que iniciaron los testimonios quedaron en libertad el pasado 26 de julio, con obligación de comparecer en la Comisaría cada 15 días, según su abogado, Jaime Rodríguez. Para Ureña se ha producido "un trato discriminatorio" hacia sus defendidas que responde "a un cambio de criterio" de la Fiscalía. El letrado pidió ayer que se tome declaración "lo antes posible" a otra inmigrante, que fue llamada a testificar el pasado martes pero no acudió por encontrarse indispuesta. "Puede que le cumpla el plazo y sea expulsada antes de que se oiga su testimonio", advirtió el letrado.

Ureña ha reclamado la comparecencia de nuevos testigos, dos ex internas y el hermano de un policía. Para ello, solicitó al juzgado que pida el regreso a España de las dos inmigrantes, una hondureña y otra rusa que, según él, "también fueron víctimas de abusos por parte de los funcionarios". Estas mujeres deberían declarar "primero como testigos y, si lo consideran oportuno, que se presenten como acusación".

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También ha pedido que testifique el hermano de Cristóbal -uno de los dos agentes señalados en un auto judicial como supuestos organizadores de las fiestas nocturnas- que no es policía. Varias internas declararon ante la policía que participaba en las fiestas y que era quien llevaba los supuestos regalos que recibían las chicas, perfumes y maquillaje, aportados como pruebas al juzgado. "Que acuda como testigo y después, ya se verá", añadió Ureña.

Desde el inicio de la instrucción, cinco policías han sido imputados por abusos sexuales y otros cuatro por omisión del deber de impedir delitos.

La imputación de dos de los agentes no está relacionada con las supuestas fiestas nocturnas. Es el caso del jefe de seguridad, acusado de abusos por dos internas que aseguraron haber sufrido tocamientos en un despacho. Este mando policial, que ha sido destituido de su cargo, fue quien puso en conocimiento de la Brigada de Extranjería los supuestos abusos del turno de noche, según consta en un atestado policial.

El otro agente, que tampoco pertenecía al turno de los siete policías que fueron detenidos en primer lugar, mantuvo supuestamente tres relaciones sexuales en la sala de monitores con una de las internas. Quedó en libertad provisional el pasado martes tras prestar declaración.

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