Oleada de incendios en Galicia

Un batallón del Ejército acude a Galicia para combatir el fuego

A lo largo de la jornada de ayer se desplazó a Galicia un batallón del Ejército de Tierra, integrado por casi 700 efectivos, para prestar apoyo en las tareas de extinción de los incendios forestales. En total, según fuentes de Defensa, un millar de militares (más de 300 pertenecientes a la Brigada Ligera Aerotransportable, con base en Galicia) participan sobre el terreno en la bautizada como Operación Bruxa. Otros 200 forman parte de una fuerza de reserva alertada para acudir a dicha comunidad en caso necesario.

La movilización de efectivos realizada ayer incluye un helicóptero de evacu...

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A lo largo de la jornada de ayer se desplazó a Galicia un batallón del Ejército de Tierra, integrado por casi 700 efectivos, para prestar apoyo en las tareas de extinción de los incendios forestales. En total, según fuentes de Defensa, un millar de militares (más de 300 pertenecientes a la Brigada Ligera Aerotransportable, con base en Galicia) participan sobre el terreno en la bautizada como Operación Bruxa. Otros 200 forman parte de una fuerza de reserva alertada para acudir a dicha comunidad en caso necesario.

La movilización de efectivos realizada ayer incluye un helicóptero de evacuación de la base de Colmenar Viejo (Madrid), cuatro máquinas de ingenieros, tres puestos de socorro y unos 200 vehículos pesados y ligeros. El grueso de las tropas procede de la Fuerza de Maniobra (FMA) y la Brigada Paracaidista, con base en Alcalá de Henares (Madrid). Durante su estancia en Galicia, los militares desplazados desde el resto de España se alojarán en los acuartelamientos General Morillo, en Figueirido (Pontevedra), y Atocha (A Coruña).

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Vigilancia y apoyo

Los efectivos militares, distribuidos en 140 patrullas, realizarán misiones de vigilancia para la detección precoz de focos de fuego y disuasorias para ahuyentar a posibles pirómanos. También realizarán tareas de apoyo y auxilio a las brigadas forestales y las Fuerzas de Seguridad del Estado, abriendo cortafuegos o desalojando viviendas amenazadas por las llamas.

En cambio, no está previsto que los militares participen directamente en las tareas de extinción de los incendios, que requieren una formación especializada de la que carecen, según las mismas fuentes. El Ministerio de Defensa está organizando una unidad para atender este tipo de catástrofes, la llamada Unidad Militar de Emergencias (UME), pero no adquirirá su capacidad inicial para operar hasta el verano del año próximo.

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Está previsto que los efectivos desplazados a Galicia permanezcan allí hasta que se reduzca el riesgo de incendio forestal, a mediados de septiembre, aunque podrían ser relevados cada dos o tres semanas.

La Operación Bruxa se pondrá en marcha a partir de hoy, con las tropas ya sobre el terreno, pero efectivos de la Brigada Ligera patrullan desde el pasado lunes y cinco hidroaviones Canadair CL-215-T del Grupo 43 del Ejército del Aire operan desde Santiago de Compostela. A los dos Canadair desplegados habitualmente en Galicia durante el verano se sumaron el martes otros cuatro, que realizaron 217 descargas de agua en casi 45 horas de vuelo.

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