El Gobierno dice que el proceso de paz avanza según lo previsto

La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega intentó ayer rebajar la tensión generada por las recientes declaraciones del dirigente de Batasuna Pernando Barrena, quien advirtió de que el proceso de paz "no es irreversible". Aun sin citarle, Fernández de la Vega replicó que dicho proceso está "en la fase que definimos desde el primer momento". Tras recordar que el presidente Rodríguez Zapatero anunció que acudiría en septiembre al Congreso para informar sobre la situación, agregó: "el Gobierno está trabajando por la paz y no es el momento de hacer declaraciones y contradeclaraciones, sin...

La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega intentó ayer rebajar la tensión generada por las recientes declaraciones del dirigente de Batasuna Pernando Barrena, quien advirtió de que el proceso de paz "no es irreversible". Aun sin citarle, Fernández de la Vega replicó que dicho proceso está "en la fase que definimos desde el primer momento". Tras recordar que el presidente Rodríguez Zapatero anunció que acudiría en septiembre al Congreso para informar sobre la situación, agregó: "el Gobierno está trabajando por la paz y no es el momento de hacer declaraciones y contradeclaraciones, sino de trabajar con rigor, responsabilidad y prudencia".

Respecto a si un cambio de siglas ayudaría a la legalización de Batasuna, insistió en que la izquierda abertzale debe ajustarse a la Ley de Partidos, que está plenamente en vigor, y a la jurisprudencia del Tribunal Constitucional. "Ésa la vía de volver a la legalidad y los pasos que tiene que dar la hoy ilegalizada Batasuna para tranformarse o ser una organización", agregó.

Por último, Fernández de la Vega rechazó la inclusión del debate sobre el futuro de Navarra en la mesa de partidos vascos. "Navarra no ha estado ni estará nunca en cuestión ni en duda, no es moneda de cambio de nada. Por tanto, no hay nada que discutir sobre Navarra", dijo.

Críticas del PP

Por su parte, la secretaria de Política Autonómica del Partido Popular, Soraya Sáenz de Santamaría, acusó a Batasuna de mantener a las sociedades vasca y española bajo la amenaza de la "espada de Damocles" de la vuelta de ETA. "Lo que está diciendo [Barrena], vía presión, es que en cualquier momento ETA da marcha atrás y vuelve a la dinámica en que estaba", dijo Sáenz de Santamaría en Radio Euskadi.

El PP aprovechó también para criticar al presidente José Luis Rodríguez Zapatero, al que acusó de haberse "lanzado a una carrera que consiste en hacer de ETA-Batasuna un interlocutor político sin que Batasuna haya decidido entrar por la senda de la democracia y abdicar de toda violencia".

El PSOE respondió por boca de José Blanco, su secretario de Organización. Sin salirse del guión, Blanco reiteró que ni habrá contrapartidas ni se modificará la Ley de Partidos. "Se puede dialogar, acordar y se puede avanzar, pero quiero reiterar que las reglas de juego están claras y, si alguien no las tiene claras, va siendo hora de que tome nota y, a partir de ahí, decisiones".

En el campo de la izquierda abertzale, ayer hizo balance de los cuatro meses transcurridos desde que ETA anunció su alto el fuego permanente la asociación de apoyo a los presos etarras Askatasuna, también ilegalizada. Un balance "dramático", en opinión de su portavoz, Juan María Olano. Olano pidió expresamente a Zapatero que descarte el "chantaje" y "renuncie a la violencia" y dijo que las esperanzas de paz se han "atemperado" en estos meses.