Batasuna advierte de que el proceso "no es irreversible"

De la Vega evita polemizar "con un partido ilegalizado"

El dirigente de la ilegalizada Batasuna Pernando Barrena lanzó ayer un aviso a navegantes. Aunque el partido ilegal sigue viendo el proceso abierto tras el alto el fuego de ETA con "esperanza", dejó claro que la "situación en estos momentos no es irreversible". La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, evitó desde Bolivia polemizar con Barrena y dijo que es tiempo de trabajar por la paz.

Los dirigentes de Batasuna, que habían guardado tras la reunión entre las delegaciones del PSE-EE y del partido ilegalizado a principios de julio un meditado silencio, han salid...

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El dirigente de la ilegalizada Batasuna Pernando Barrena lanzó ayer un aviso a navegantes. Aunque el partido ilegal sigue viendo el proceso abierto tras el alto el fuego de ETA con "esperanza", dejó claro que la "situación en estos momentos no es irreversible". La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, evitó desde Bolivia polemizar con Barrena y dijo que es tiempo de trabajar por la paz.

Los dirigentes de Batasuna, que habían guardado tras la reunión entre las delegaciones del PSE-EE y del partido ilegalizado a principios de julio un meditado silencio, han salido en tromba en las dos últimas semanas. Y Arnaldo Otegi, Pernando Barrena o Joseba Permach han desempolvado el discurso más ortodoxo y el menos abierto a la conciliación, tanto en el tema de la mesa de partidos como en lo referido a los pasos que deben dar para volver a la legalidad con una nueva marca política.

Ayer le tocó a Barrena dar esa apariencia de dureza que algunos dirigentes nacionalistas vascos atribuyen más a necesidades internas que a una vuelta real del mundo político de ETA a posiciones previas a la tregua declarada por los terroristas el 22 de marzo pasado.

El objetivo de esos movimientos sería, según esa interpretación, atajar cualquier atisbo de sensación de debilidad por parte de la dirección ante unas bases en parte desorientadas por la ralentización en la que parece haber entrado el proceso, al menos públicamente.

El dirigente de la formación ilegalizada pidió ayer en una entrevista en euskera en la emisora pública vasca que no se sigan emitiendo "falsas imágenes diciendo que esto está hecho y que no hay vuelta atrás", pues la "situación abierta en estos momentos no es irreversible".

En ese sentido, afirmó que no se podrá dar por desaparecido el fenómeno de la violencia en Euskadi hasta que no termine "el déficit democrático" que provocó que se iniciara esta vía.

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Por su parte, los socialistas vascos no han dejado pasar sin respuesta ni una sola declaración de la izquierda independentista en las dos últimas semanas. Y siempre en los mismos términos: cada agente político tiene que hacer frente a su responsabilidad en este proceso. Ayer el secretario general del PSE en Guipúzcoa, Miguel Buen, reiteró que Batasuna se equivoca si cree que el Gobierno va a derogar la ley de Partidos. Y dijo que las palabras de Barrena son "pasos atrás", pues suponen "volver a las andadas al justificar la violencia" o el posible regreso de ETA.

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que se encuentra de gira por varios países latinoamericanos, evitó polemizar con Barrena. Desde la localidad de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), subrayó que "no es el momento de hacer declaraciones, sino de seguir trabajando por la paz". No abundó en el asunto y dijo que "la vicepresidenta no comenta declaraciones de otras fuerzas políticas, y menos de una fuerza política ilegalizada". El PSOE, por boca de Diego López Garrido, portavoz en el Congreso, reiteró que el Gobierno no tiene ninguna intención de derogar la Ley de Partidos.

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