Análisis:A LA PARRILLA

Cunetas

Hubo algunos testimonios impresionantes en la nueva entrega de La memoria recobrada, que emite La 2 los domingos y que dirige Eugenio Domingo, perdón por la redundancia. Esta semana, Manuel Rivas recorría la tempestad de 1936 ocurrida en su tierra, Galicia. El poeta concitó a su alrededor protagonistas de los sucesos que allí tuvieron lugar cuando la Guerra Civil, y también tuvo en su torno a un grupo de jóvenes historiadores que le siguen dando vueltas a aquel desatino.

Lo que más me impresionó fue lo que se contó de las cunetas; los fascistas dejaban cadáveres en las cunetas pa...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Hubo algunos testimonios impresionantes en la nueva entrega de La memoria recobrada, que emite La 2 los domingos y que dirige Eugenio Domingo, perdón por la redundancia. Esta semana, Manuel Rivas recorría la tempestad de 1936 ocurrida en su tierra, Galicia. El poeta concitó a su alrededor protagonistas de los sucesos que allí tuvieron lugar cuando la Guerra Civil, y también tuvo en su torno a un grupo de jóvenes historiadores que le siguen dando vueltas a aquel desatino.

Lo que más me impresionó fue lo que se contó de las cunetas; los fascistas dejaban cadáveres en las cunetas para aumentar el terror de la población, para facilitar la delación, para crear aún más horror. En Canarias -pasaría en otros lugares, naturalmente- también sucedió eso; como Galicia, no fue frente de batalla, pero la represión, con todos sus añadidos de desvergüenza política y social, usó cualquier artimaña para amedrentar a los ciudadanos. La guerra por otros medios.

Los que no querían -se ha escrito, la hemeroteca suda tinta fascistoide estos días- que salieran a la luz estos programas se basaban en "la probabilidad" de que fueran sectarios. ¡Sectario es todo lo que se nos contó cuando la Guerra Civil se contaba como la cruzada, y sectaria es la revisión que ahora se pretende! En estas emisiones están alcanzando voz los que no la tuvieron nunca, los huidos, los que al final se entregaron -eso decían muchos de los protagonistas- cansados, derrotados su cuerpo y su alma. La factura de los programas es excelente, y ojalá lo siga siendo; faltan, a juicio de este espectador, algunas fichas que den contexto a lo que ocurre; se corre el riesgo de que los que hacen el programa deduzcan de manera excesivamente atrevida que todo el mundo sabe ya lo que pasó...

Vi el primer episodio de Amistades peligrosas, en Cuatro, que a partir de ayer ya se emite por la tarde. Funciona la intriga, y el crescendo con que se monta. Una serie española que empieza por demostrar que la tele ya tiene una buena tradición de actores jóvenes muy bien plantados.

Archivado En