MIRADOR

Desafinan los precios

Los precios de la vivienda, signo principal de la burbuja inmobiliaria, son causa de una guerra de cifras nada encubierta. El Ministerio de la Vivienda calcula que durante el segundo trimestre de 2006 los precios están creciendo a una tasa del 10,6%. Aparentemente estaríamos ante una desaceleración suave de los costes de la vivienda. Pero nada es tan sencillo si se trata de estadísticas. Tasadores y registradores de la propiedad vienen sosteniendo que los precios son superiores a los reconocidos por el Gobierno -en torno al 12% y 16%, respectivamente-, así que, en opinión de los respons...

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Los precios de la vivienda, signo principal de la burbuja inmobiliaria, son causa de una guerra de cifras nada encubierta. El Ministerio de la Vivienda calcula que durante el segundo trimestre de 2006 los precios están creciendo a una tasa del 10,6%. Aparentemente estaríamos ante una desaceleración suave de los costes de la vivienda. Pero nada es tan sencillo si se trata de estadísticas. Tasadores y registradores de la propiedad vienen sosteniendo que los precios son superiores a los reconocidos por el Gobierno -en torno al 12% y 16%, respectivamente-, así que, en opinión de los responsables de sus informes, difícilmente se podrá conseguir este año el objetivo de que crezcan por debajo del 10%.

La diferencia no es trivial ni se resume en diferencias matemáticas de uno o dos puntos de crecimiento. Detrás de la fachada estadística habitan dos versiones de la realidad. el ministerio de María Antonia Trujillo defiende que los precios están creciendo cada vez con menos empuje, que esta desaceleración constituye una tendencia y, por tanto, que estamos ante un aterrizaje suave de la vivienda. Otros agentes del mercado no sólo creen que los precios no desaceleran tanto como dicen en el ministerio, sino que probablemente estemos ante un nuevo repunte de los precios y de la producción de viviendas. En resumen, que aunque la tendencia fuera a su amortiguación lenta, estaría interrumpida frecuentemente con nuevas subidas.

El servicio de Estudios del BBVA se ha sumado al pesimismo reinante y advierte de la mayor probabilidad hoy -aunque todavía reducida- de que la vivienda en España soporte un ajuste brusco. Mientras se aclaran las estadísticas, habrá que suspender pues el mensaje optimista.

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