Una exposición recoge en San Sebastián la polifacética labor creativa de Picasso
La curiosidad fue uno de los motores de Pablo Picasso (Málaga, 1881-Mougins, 1973), quien no se conformó con la pintura y experimentó con todo tipo de técnicas y materiales. Coincidiendo con el 125 aniversario del nacimiento del artista, las salas Boulevard de Kutxa, en San Sebastián, acogen desde hoy Picasso. Diálogo con la materia, una exposición que pretende acercar al público la polifacética labor del genial creador andaluz.
La muestra, que permanecerá abierta hasta el próximo 3 de septiembre, reúne más de un centenar de obras de pequeño formato recopiladas en América, Fran...
La curiosidad fue uno de los motores de Pablo Picasso (Málaga, 1881-Mougins, 1973), quien no se conformó con la pintura y experimentó con todo tipo de técnicas y materiales. Coincidiendo con el 125 aniversario del nacimiento del artista, las salas Boulevard de Kutxa, en San Sebastián, acogen desde hoy Picasso. Diálogo con la materia, una exposición que pretende acercar al público la polifacética labor del genial creador andaluz.
La muestra, que permanecerá abierta hasta el próximo 3 de septiembre, reúne más de un centenar de obras de pequeño formato recopiladas en América, Francia y España. Estas piezas ofrecen "una visión amplia y global" del incesante trabajo de Picasso, un creador deseoso de conocer y descubrir todas las técnicas. Una labor que afrontaba como un reto a superar, según explicó ayer la comisaria de la exposición, la historiadora del arte Lola Durán.
Picasso. Diálogo con la materia incluye tres óleos, cuatro esculturas, cinco dibujos, 13 grabados, 15 cerámicas, tres carteles, una joya, un abanico, 20 grabados a buril, 26 aguatintas, ocho libros ilustrados y 13 fotografías en las que figura el artista.
Aguafuertes eróticos
La pieza más antigua de la muestra es un bodegón pintado al óleo por Picasso en 1923. Los trabajos más recientes son aguafuertes sobre papel datados en 1970 y 1971 y de tono erótico, un tema que suponía una obsesión para el artista a sus 90 años, según destacó la comisaria.
En 1949, el autor del Guernica recibió el encargo de ilustrar el texto de Prosper Mérimée Carmen. Realizó una serie de grabados en los que huyó del tópico de la Andalucía profunda para representar el famoso personaje del escritor francés de manera esquemática, con círculos y cuadrados. El resultado se puede contemplar en las salas Boulevard.
Allí lucen también varios de los libros que ilustró Picasso, como Gavilla de fábulas sin amor (1962), de Camilo José Cela, y La memoria del hombre (1950), de Tristan Tzara. Su afición por los toros queda patente en 26 aguatintas creados en 1957 para ilustrar la obra La tauromaquia o el arte de torear, de José Delgado alias Pepe Illo.
La cerámica es la disciplina en la que "más se adivina ese gusto por conocer" de Picasso. Moldea sus primeros trabajos en 1947 pero, pese a empezar "tarde", dio forma a más de 3.000 piezas y se preocupó de descubrir la técnica alfarera y el comportamiento de los esmaltes, según resaltó Durán. Se inició con fuentes planas, como se puede contemplar en la exposición, y evolucionó hacia las tres dimensiones.