EE UU busca a decenas de inmigrantes en el desierto

La policía estadounidense continúa una gran operación para tratar de localizar a decenas de inmigrantes sin papeles que han sido abandonados en el desierto de Arizona. Tres de ellos fueron hallados ayer por agentes del alguacil del condado de Maricopa, 24 horas después de que rescataran y detuvieran en la misma zona a 90 inmigrantes en situación ilegal.

Los agentes utilizaron helicópteros, perros adiestrados y vehículos todoterreno para patrullar el área cerca del camino de Wickenburg, a unos ochenta kilómetros al oeste de la ciudad de Phoenix.

El sargento Jim Kemplher, portavoz ...

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La policía estadounidense continúa una gran operación para tratar de localizar a decenas de inmigrantes sin papeles que han sido abandonados en el desierto de Arizona. Tres de ellos fueron hallados ayer por agentes del alguacil del condado de Maricopa, 24 horas después de que rescataran y detuvieran en la misma zona a 90 inmigrantes en situación ilegal.

Los agentes utilizaron helicópteros, perros adiestrados y vehículos todoterreno para patrullar el área cerca del camino de Wickenburg, a unos ochenta kilómetros al oeste de la ciudad de Phoenix.

El sargento Jim Kemplher, portavoz de la oficina del alguacil, dijo que esta zona del desierto es usada por los traficantes de personas, o coyotes, para ocultar a los indocumentados hasta que puedan trasladarlos a ciertas ciudades.

La mayoría del grupo de 90 inmigrantes era originaria de países centroamericanos, como Guatemala, El Salvador y Honduras. Después del primer rescate, las autoridades continuaron la búsqueda, ya que, según las informaciones de que disponían, más indocumentados habían seguido su marcha por el desierto.

Kemplher indicó que probablemente el resto del grupo haya logrado su objetivo de llegar a Phoenix, capital del Estado de Arizona, fronterizo con México, o haya encontrado ayuda en el camino. Los inmigrantes detenidos dijeron a las autoridades que por lo menos tres compañeros de viaje habían fallecido en el desierto, pero no se encontró ningún cadáver. Algunos de ellos declararon que no habían comido ni bebido agua desde el domingo, bajo temperaturas que superaban los 38 grados centígrados.

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