Rumania apura los deberes

La economía rumana continúa su senda ascendente, tras crecer un 6,9% en el primer trimestre. El Gobierno ha logrado controlar el déficit fiscal, la inflación y el paro, no obstante, esta coyuntura no sería suficiente para entrar en la UE en enero de 2007. Los problemas con su sistema tributario y el fracaso en el pago de ayudas regionales podrían retrasar su ingreso en el club comunitario.

Rumania ha crecido un 6,9% durante el primer trimestre de este año. La cifra está muy por encima del 4,1% registrado el pasado curso y está en la línea con la evolución de la economía balcánica durant...

La economía rumana continúa su senda ascendente, tras crecer un 6,9% en el primer trimestre. El Gobierno ha logrado controlar el déficit fiscal, la inflación y el paro, no obstante, esta coyuntura no sería suficiente para entrar en la UE en enero de 2007. Los problemas con su sistema tributario y el fracaso en el pago de ayudas regionales podrían retrasar su ingreso en el club comunitario.

Los avances macroeco-nómicos de Rumanía aún son insuficientes para garantizar su ingreso en el club comunitario en enero de 2007

La economía rumana ha crecido un 6,9% durante el primer trimestre del año, muy por encima del 4,1% registrado en ese periodo de 2005

Rumania ha crecido un 6,9% durante el primer trimestre de este año. La cifra está muy por encima del 4,1% registrado el pasado curso y está en la línea con la evolución de la economía balcánica durante esta década. Este crecimiento estuvo determinado por el despegue de la industria, que se elevó un 4,8%, y de la construcción, con un 20,4%, sectores que representan un 84,2% del PIB rumano. Del mismo modo, el consumo final creció un 10,9% y la inversión lo hizo a un ritmo del 11,4%.

Después de la fuerte crisis de la década de los noventa, la economía rumana ha logrado consolidar un crecimiento del 5% en promedio a partir del año 2000. La caída del comunismo y la transición hacia una economía de libre mercado coincidió con el desplome de las obsoletas estructuras centralizas. De esta manera, el paso hacia el capitalismo se hizo sin cuidar el gasto público y privatizando empresas de manera desorganizada. Este proceso generó unos niveles de pobreza que pasaron desde un 20% en 1996 hasta el 41% en 1999.

Disciplina fiscal

Con el comienzo de esta década, el Gobierno aplicó políticas macroeconómicas que se sustentaron en la disciplina fiscal, una política monetaria flexible y reformas estructurales que mejoraron el clima inversor y el sistema impositivo. Así, se consolidaron elevadas tasas de crecimiento, se redujo el déficit, se controló la inflación y se recortaron las elevadas tasas de paro. En 2000, el alza anual de los precios llegaba al 45,6%, una cifra que se ha reducido hasta un 8,6% en 2005 y con proyecciones de llegar al 5% este año.

El déficit también ha pasado desde un 4,5% a comienzos de la década al 2% este año, a pesar de que las estimaciones han crecido desde un 0,9% inicialmente establecido. El desempleo es otro de los indicadores que han tenido un gran avance durante el último lustro. Desde el 10,5% en 2000 se ha llegado hasta el 5,6% registrado al final del pasado curso. Este panorama ha generado un aumento del comercio exterior y de las inversiones, especial de parte de sus futuros socios europeos.

Rumania es, con sus 22 millones de habitantes, el segundo mayor mercado de la ampliación después de Polonia. La Unión Europea es el principal socio comercial del país, representando cerca más de dos tercios del comercio total. Los datos indican que la participación de la UE en las exportaciones rumanas es del 73%, mientras que el 60% de las importaciones rumanas proceden de Europa occidental. La inversión total llegada a Rumania fue de 6.300 millones de euros en 2005, duplicando las cifras registradas a comienzos de la década.

Lista de carencias

No obstante, este panorama es insuficiente para que Rumania ingrese a la UE en enero próximo. El último informe de la Comisión Europea indica que Rumania y Bulgaria tendrán un último examen en octubre para autorizar el ingreso o postergarlo para 2008. En el caso rumano se advirtieron deficiencias en la implementación de los sistemas informáticos de la UE en el cobro de impuestos y el fracaso en el funcionamiento de las agencias para ayudas regionales y agrícolas del bloque. El propio Banco Mundial y el FMI han advertido además que Rumania debe acelerar las reformas estructurales para mejorar el clima inversor. También deben reformar las instituciones públicas y los procesos legislativos y judiciales.