Reportaje:

El abrazo de un policía

Dos agentes municipales evitaron el suicidio de un obrero. Dos más atraparon a unos falsificadores. Los cuatro fueron condecorados ayer

Los policías municipales de Madrid Gabriel Roldán, de 32 años, y Jesús Ferrero, de 27, recordaron ayer un momento de angustia vivido el año pasado. Los dos agentes evitaron que un obrero polaco, de unos 40 años, se tirara al vacío en Carabanchel. El arrojo de ambos les permite lucir desde ayer la medalla al Mérito Policial que concede anualmente la jefatura del cuerpo con motivo del patrón (san Juan Bautista).

El incidente ocurrió en septiembre. Los agentes recibieron un aviso de la emisora de que un trabajador estaba encaramado en una obra de la calle del Arroyo de Valdecelada (Caraban...

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Los policías municipales de Madrid Gabriel Roldán, de 32 años, y Jesús Ferrero, de 27, recordaron ayer un momento de angustia vivido el año pasado. Los dos agentes evitaron que un obrero polaco, de unos 40 años, se tirara al vacío en Carabanchel. El arrojo de ambos les permite lucir desde ayer la medalla al Mérito Policial que concede anualmente la jefatura del cuerpo con motivo del patrón (san Juan Bautista).

El incidente ocurrió en septiembre. Los agentes recibieron un aviso de la emisora de que un trabajador estaba encaramado en una obra de la calle del Arroyo de Valdecelada (Carabanchel). Amenazaba con suicidarse si no le daban la documentación para traerse a su esposa y a su hijo, que estaban en Polonia. Los policías bajaron del coche patrulla. Una vecina les abrió la puerta de un inmueble colindante. Jesús subió rápidamente a la azotea contigua a la obra. "Fingí que hablaba con la Embajada de Polonia. Así ganaba tiempo para que llegaran los bomberos y desplegaran una colchoneta por si se tiraba", recuerda el policía.

Su compañero subió por el edificio en obras y se guareció en la parte baja del ático en el que estaba el obrero. Éste, alto y corpulento, se puso muy nervioso al ver cómo los bomberos tendían un colchón inflable. Comenzó a andar por el alféizar y se giró hacia la calle. Abrió los brazos en forma de cruz. Gabriel salió corriendo y, sin que el polaco se diera cuenta, le agarró por la cintura. Evitó su caída. "Pensé que, como fallara en mi intento, nos podíamos ir abajo los dos", recuerda Jesús.

Pero hubo suerte y pericia por parte del agente. Su compañero saltó desde el edificio contiguo y le ayudó a reducir al obrero antes de que tuviera tiempo para reintentar el salto. "Le pusimos los grilletes y le bajamos a la unidad psiquiátrica del Samur", añade Gabriel.

"Esto es una lotería. Haces servicios muchas veces arriesgados y no te salen tan bien o con un resultado tan visible como este caso", añadía Gabriel. Desde ayer, lucen una medalla en la que se lee "servicio y sacrificio".

El cabo José Carlos Candia y el agente José Rivera Maroto también fueron condecorados con la medalla al Mérito Policial. Ambos, destinados en Puente de Vallecas, desarticularon en noviembre una red dedicada a la piratería de discos compactos y DVD.

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Ambos policías comprobaron que en una furgoneta Mercedes y un turismo BMW viajaban numerosos ciudadanos chinos que vendían compactos. Los agentes siguieron hasta la calle de Juan Esplandiú (Retiro). Tras arduas investigaciones, decomisaron 126 grabadoras y más de 40.000 discos pirateados.

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